El testigo clave en el crimen de Eduardo Piris, taxista que fue asesinado el martes por la noche de una balazo en Gutenberg y Ituizangó, fue amenazado de muerte el día posterior al hecho. El joven que vive a la vuelta de donde ocurrió el crimen fue quien describió al adolescente que fue detenido y luego alojado en el Irar.

Fuentes señalaron a Rosario3.com que el testigo fue apuntado con un arma de fuego el miércoles a las 15 aproximadamente. Es que el hecho de ser hipoacúsico hizo que en el barrio tomaran conocimiento rápidamente de quién fue el que ayudó en la investigación que hasta el momento tiene a un solo arrestado e imputado por el homicidio del taxista.

W., joven que tiene entre 20 y 30 años, fue el encargado de describir a la policía quién fue el supuesto autor del crimen. Como en la escena no había uniformados que entendieran las palabras y las señas hacía el hombre debido a que su pronunciación es confusa y los gestos no son específicamente los que hace un mudo, desde el Comando Radioeléctrico se llamó al lugar a los agentes que tengan experiencia en señas.

El testigo, en estado nervioso, detalló con dibujos y gestos cómo ocurrió el asesinato. Y la exposición pública del dato de que es hipoacúsico hizo que fuera apuntado supuestamente por la gente que estuvo detrás del homicidio.

Una fuente confió a este medio que a W. le colocaron una pistola en la cabeza el miércoles a las 15. Ese dato luego lo afirmó el jueves el propio testigo ante la jueza Gabriela Sansó.

Por dicho motivo, desde Fiscalía y desde el Ministerio de Seguridad evaluaban la posibilidad de poner un patrullero en la manzana en la que vive el joven –que es también donde murió Eduardo Piris– o reubicarlos en una vivienda fuera del barrio.