Las amígdalas son una agrupación de tejido linfático situado a ambos lados de la garganta. Aunque parece claro que están relacionadas con el sistema inmune, lo cierto es que su función no está totalmente esclarecida y permanece aún en investigación.

Se cree que intervienen en el aprendizaje de la lucha frente a las infecciones en las etapas tempranas de la vida, si bien las propias amígdalas se pueden convertir en causa de enfermedad.

La amigdalitis es una infección o inflamación de las amígdalas, que puede presentar los siguientes síntomas: dolor de garganta y sobre todo al tragar, fiebre, inflamación de ganglios en el cuello, enrojecimiento e inflamación de las amígdalas o recubrimiento de las mismas por una capa blanquecina o amarillenta.

Hace algunos años era muy frecuente que a los niños se les extirparan las anginas (amigdalectomía en lenguaje médico). En algunos casos se extirpaban porque el niño no ganaba peso como en teoría debía ganarlo. En los últimos años, los otorrinolaringólogos han acordado junto con los pediatras, que la amigdalectomía debe realizarse en algunos casos más concretos. Los criterios no son estrictos, pero es verdad que la cirugía de extirpación de amígdalas (amigdalectomía) no es tan frecuente como antes.

Generalmente, el pediatra o el otorrino se plantean que el niño mejoraría su estado general o su crecimiento ante una serie de situaciones. Por ejemplo, un niño que presenta muchas amigdalitis de repetición, que consisten en procesos infecciosos con fiebre y dolor de garganta o placas en las amígdalas. En estos casos es recomendable llevar un listado de todos los procesos infecciosos que ha tenido el niño, por tanto el pediatra del niño, así como sus padres, deben llevar un control exhaustivo de las infecciones que sufra.

¿Cuándo se decide operar?

- Sería beneficiosa la amigdalectomía en un niño que tiene 7 o más episodios de amigdalitis en el último año ó 5 ó más episodios de amigdalitis por año en los últimos 2 años.

- Cuando la amigdalitis se complica, aparece el  absceso periamigdalino. Puede provocar dificultad respiratoria y mucha afectación del estado general, así como dolor de garganta muy intenso, fiebre alta, babeo y dificultad para hablar y tragar. Requiere tratamiento antibiótico intravenoso para su curación. Si el niño ha tenido dos episodios de abscesos periamigdalinos consecutivos también se considera indicación de cirugía.

- Otro proceso que si se repite en varias ocasiones puede ser indicación de amigdalectomía es la adenitis cervical. Consiste en una inflamación de los ganglios de la región cervical, con fiebre y malestar general, que suele tratarse con antibiótico intravenoso.

- Apnea del sueño en los niños: La hipertrofia amigdalar o aumento del tamaño de las amígdalas es la causa principal de este trastorno, que determina la presencia de apneas, es decir, de pausas respiratorias en número superior a una por hora. Debe realizarse una polisomnografía nocturna para el diagnóstico, que mide la saturación de oxígeno del niño a lo largo de la noche, y la existencia de pausas respiratorias. El tratamiento de esta patología requiere también amigdalectomía, y en algunas ocasiones se realiza también extirpación de vegetaciones (adenoidectomía).

Por qué se opera de amígdalas a los niños

- Los episodios de amigdalitis de repetición con frecuencia impiden el desarrollo normal de las actividades habituales del niño, ya que éste no puede asistir al colegio, no puede concentrarse en las tareas, lo que dificulta o puede retrasar su curva de aprendizaje.

- Además puede repercutir en la vida laboral de los padres, ya que en muchas ocasiones no pueden acudir a su trabajo porque deben permanecer en casa al cuidado del niño.

- También estos procesos infecciosos frecuentes pueden alterar la curva de crecimiento del niño, afectando en primer lugar a la ganancia de peso, y si persisten pueden afectar también a la ganancia de talla. En ocasiones el otorrinolaringólogo o el pediatra propondrán a los padres un período de observación de unos 6 meses para poder valorar la frecuencia de los procesos de amigdalitis, así como la afectación de la curva pondero estatural.