Fue un acto terrorista y el presidente de Francia, Francoise Hollande, se lo adjudicó al Estado Islámico. Un sacerdote de alrededor de 80 años murió degollado, en la toma de rehenes en una iglesia de Saint Etienne du Rouvray, junto a la ciudad de Ruán, en Normandía, Francia, en la que también resultaron abatidos los dos secuestradores.

Dos hombres armados secuestraron al cura junto a dos religiosas y a dos fieles cuando se celebraba una misa matinal en la iglesia.

Otro hombre que fue herido en el suceso se debatía entre la vida y la muerte, según informó a la prensa el portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet.

La sección antiterrorista de la Fiscalía de París asumió hoy la investigación de la toma de rehenes y encomendó a la Subdirección Antiterrorista (SDAT) y a la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI) las tareas de investigación de lo sucedido, señaló en un comunicado.

En una conferencia de prensa celebrada a pocos metros de la iglesia de Saint-Etienne-du-Rouvray, el presidente galo confirmó la información adelantada más temprano por medios locales: en el momento del ataque, los secuestradores "se reivindicaron del Estado Islámico" (ISIS, por sus siglas en inglés).

"Me reuní con la familia del cura", dijo Hollande, quien agregó: "Hablé también con los rehenes que expresaron el dolor, la tristeza y la voluntad de entender" lo que sucedió este martes en esa localidad tranquila de menos de 30.000 habitantes. "Quisimos viajar para expresar nuestro apoyo a las fuerzas de seguridad que intervinieron de manera muy rápida", destacó Hollande, quien agradeció además a los bomberos.

El mandatario se refirió al nivel de amenaza terrorista en el país galo que consideró "muy alto" y expresó la determinación  del Gobierno a luchar contra el ISIS que "trata de dividir" a los franceses. "Estamos frente a un grupo que nos declaró la guerra. Debemos desarrollar esta guerra, por todos los medios, respetando el derecho, porque estamos en una democracia", agregó el presidente francés.

El aviso

Una tercera religiosa que pudo huir dio la voz de alarma a las autoridades, que rodearon el templo con agentes del cuerpo de elite de la Brigada de Investigación e Intervención (BRI) de la Policía, los cuales abatieron a los secuestradores cuando éstos salían de la iglesia en circunstancias que aún no han sido aclaradas.

Según la emisora pública "France Info", la monja que logró huir habría dicho a la policía que los hombres profirieron proclamas islamistas al entrar en la iglesia, si bien esta información no ha sido confirmada.

Los servicios de artificieros tratan en estos momentos de descubrir si puede haber explosivos ocultos en la iglesia, a la cual todavía no se puede acceder, detalló el portavoz de Interior.