Jazmila, víctima de violencia de género, se atrevió a denunciar a través de las redes sociales a su ex pareja, con quien tiene una beba de 6 meses, de haberla violado y golpeado. La joven de 25 años, que no puede acceder a un abogado y vive amenazada en su vivienda, señaló que existe una prohibición de acercamiento que “no es eficaz”.

En diálogo con el programa Radiópolis (Radio 2), Jazmila expresó que estuvo en pareja ocho años con Matías C. y desde el pasado año no están más juntos “por decisión de los dos”. “Hace dos sábados salí a bailar, me llamó para que le avisara que llegué bien porque supuestamente estaba preocupado por mí. Le avisé y después apareció abajo del edificio de mi hermana, me dijo que baje, que había fallecido un amigo mío, y me pidió que lo acompañe a su casa para cambiarse. Recibí un mensaje de texto y me dijo que le muestre el celular pero no accedí, entonces me sacó el teléfono, me lo rompió, me arrancó la cartera y de un golpe me tiró al piso”, agregó.

“Me empezó a insultar, me puso dos cuchillas en el cuello diciéndome que me iba a matar, me corté la mano intentando sacárselas. Cuando quise escapar me agarró de atrás y me ahorcó hasta que me desmayé. Cuando desperté estaba en un colchón en el piso, él me arrancó la ropa y abusó de mí. No tenía fuerzas para sacármelo de encima. Yo vomitaba e intentaba recuperar el aire que me había sacado”, manifestó.

Jazmila B. contó que “si él insistía con el tiempo iban a volver a estar juntos porque siempre lo amó”, pero ahora “no puede estar con un tipo tan violento”. “Después de abusar de mí, me preguntó si me había violado y se rió. Cuando le pedí que me dé agua me tiró una botella en la cara”, explicó.

En medio del desgarrador relato, la joven comentó que su ex pareja le señaló que “no podía devolverla así a su casa” y que “tenía” que matarla. “Entonces colgó la cadena de su perro de un tirante del techo y me quiso subir para ahorcarme ahí. Le rogué que piense en la beba, se me cruzó la vida por delante de los ojos porque pensé que me iba a asesinar. Finalmente no me colgó y me empezó a pedir disculpas y que le diga a mi familia que estaba en ese estado porque me habían robado, que piense en él porque quería volver a ver a su hija”, apuntó.

“A mí me obligan a ir a psicólogo, él está suelto. Mis palabras están avaladas por médicos forenses que rectificaron las secuelas físicas que me dejó. Tengo que vivir escondida como una rata, rogando que no vuelva para matarme. Hasta ahora lo único que tengo es una prohibición de acercamiento que no es eficaz porque no la respeta. Cuando llamo a la policía tarda en llegar porque él ya se fue. Vivo un infierno, no hay derechos para la mujer

La joven de 25 años informó que ya tomó contacto con el Teléfono Verde, con la Fiscalía Regional Segunda Circunscripción y con la Comisaría de la Mujer.

“No quiero morir, no quiero vivir escondida con miedo, no me lo merezco porque vivo dignamente. Todos los días voy a laburar para mantener mi beba y a mi casa. Me enamoré perdidamente de mi peor enemigo y casi lo pago con mi vida”, sentenció.