Un total de 34 autos fueron remitidos al corralón por alcoholemia positiva de sus conductores a lo largo un fin de semana en que miles de personas salieron a celebrar el Día del Amigo. La cifra, brindada por la Municipalidad como dato destacado entre el saldo de los diferentes operativos, es menor a la de años anteriores. Aseguraron además que los sistemas de transporte público funcionaron “de manera regular”.

De acuerdo a lo informado por el subsecretario de Prevención y Seguridad Ciudadana, Luis Baita, durante el viernes se realizaron diversos procedimientos a cargo de agentes de la Agencia Municipal de Seguridad Vial, en donde se practicaron tests de alcoholemia.

Durante esa jornada, 11 autos fueron retenidos, también por carencia de documentación reglamentaria para la circulación. En tanto, el sábado 20 de Julio, epicentro de los festejos, se sumaron 23 vehículos más, secuestrados porque sus conductores presentaban cantidades no permitidas de alcohol en sangre.

Cabe destacar que el nivel más alto hallado fue de 1,20. Esa noche –durante las primeras horas de este domingo–, también se remitieron al corralón dos motos y tres autos por estar estacionados en sitios no permitidos.

"Las intervenciones, que integraron a un total de unos 150 agentes municipales y policiales, resultaron satisfactorias", analizó Baita. Sin embargo, el funcionario pidió a la población continuar colaborando con los controles a partir de una conducta responsable a la hora de conducir.

"Debemos terminar con la problemática del alcohol al volante y para ello, además de los controles estatales, es preciso que todos tomemos conciencia de la importancia de tomar el volante sólo en caso de no haber ingerido alcohol", remarcó.

El municipio, junto a personal de la Unidad Regional II de la Policía de Santa Fe, desarrolló desde el jueves diversos procedimientos de control diurnos y nocturnos ante la anunciada marea de gente que inundaría las calles, como todos los años para esta fecha.

Colectivos y taxis, “de manera regular”

“Se evidenció un intenso movimiento en los corredores gastronómicos”, destacaron a nivel oficial, y de acuerdo a sus evaluaciones, el servicio de transporte público funcionó “de manera regular”. Se contabilizaron durante la noche del sábado y madrugada del domingo el despacho de 8 mil viajes de parte de empresas de taxis y remises de la ciudad.

“Hay que destacar, además, que no se tuvieron que lamentar incidentes ni inconvenientes que pudieran atentar contra la convivencia ciudadana en la cercanía de boliches bailables y centros de divertimento nocturnos”, apuntaron desde Prevención y Seguridad Ciudadana.

Baita resaltó también “la importante tarea ejecutada desde el Centro de Monitoreo de videocámaras, a través del cual se pudo seguir en vivo y en directo el movimiento urbano en puntos estratégicos”.

El operativo de seguridad diagramado apuntó a intensificar la presencia y control del Estado en las zonas del Monumento a la Bandera y los parques Urquiza, Independencia, Alem y España; también La Florida, avenida Alberdi (desde Cándido Carballo hasta Génova), avenida San Martín (desde Saavedra a Arijón), barrio Echesortu (por Mendoza, desde Avellaneda hasta Cafferata), Pellegrini (desde Alem hasta Oroño) y Pichincha (entre Pellegrini y el río, y avenidas Oroño y Francia); La Fluvial y zonas peatonales.

A la noche, los patrullajes se reforzaron en la zona del Balneario La Florida y en los bares y restaurantes de Pichincha, avenida Pellegrini y la costanera.

Además, un helicóptero recorrió la ciudad de punta a punta desde el viernes al mediodía.