Conocer gente es complicado. Y mantener una relación cordial con compañeros de trabajo, aún más. Antes de dearrapar en las vicisitudes de los círculos de amistades y sus vínculos, compartimos una lista de “qués”: qué conviene hacer qué no para no ganarnos el odio ajeno. que publicó la web i100Independent.

Se trata de reglas sencillas, algunas ligadas al sentido común.

Antes de ir al listado conviene saber que para confeccionarlo consultaron a un número de personas sobre qué es lo que más odian de otras. Y he aquí el resultado.

A la cabeza aparece “estar en el teléfono todo el tiempo”. Esto implica tanto responder mensajes como mirar la pantalla.

El segundo puesto es “hablar de vos mismo.” La autoreferencia es “un mal” corriente. Y lo bueno de conocer gente es la parte en que interactuás, ¿entendiste narciso/narcisa?

En esa senda, el tercer lugar es para quienes buscan “dominar la conversación”. Viste que hay gente que todos el tiempo quiere manejar la charla como si fuera un auto, con vos adentro, claro. Tal como se lee en el artículo: “No más zares de la conversación.”

Luego siguen los y las engreídos/as que presumen de lo maravillosa que es su vida. Seguro te pasó, que conociste a alguien que no paró en toda la noche de contarte lo maravilloso de su último viaje a Bali o lo barato que le salió el tapadito que se compró en Miami.

Gritar. Sí, gritar. Esas personas que acomodan la voz unos decibeles por encima del resto aparecen a continuación. Y las siguen los y las chismosos/as: gente que revela detalles de la vida ajena a cualquier extraño.

La lista incluye a quienes creen que tienen el mejor trabajo/profesión del mundo y respiran en el convencimiento de que tu interés está a merced de ello; quienes hacen chistes inapropiados y las personas que no se ríen.

En la votación también surgieron categorías como “el crítico de música” (con frases como “nada de lo que escuchás sirve” o “yo lo escuché antes”) y el (o la) que “sólo habla de política.”