Claro, en Santa Fe la madre de todas las batallas electorales será la disputa por la Gobernación entre el socialista Miguel Lifschitz, el humorista Miguel del Sel (PRO) y la fórmula peronista Omar Perotti-Alejandro Ramos. Pero más peso que nunca tendrán también los comicios a diputado provincial, donde competirán primerísimas figuras de la política vernácula.

El primero que subió la vara fue el oficialista Frente Progresista, a partir de que el gobernador Antonio Bonfatti decidió encabezar la lista de aspirantes a una banca en la Cámara baja junto a su ministro de Gobierno, Rubén Galassi, y el vicegobernador radical Jorge Henn. Del otro lado en la interna abierta, acompañando al precandidato a gobernador Mario Barletta, habrá otro peso pesado: el senador nacional Rubén Giustiniani.

Del lado del peronismo, también se puso toda la carne al asador: el ex intendente y ex candidato a gobernador Héctor Tigre Cavallero encabezará una de las listas que se presentarán en las Paso, y competirá con el actual presidente de la Cámara baja, Luis Rubeo; y el hoy legislador del Movimiento Evita, Gerardo Rico.

En el PRO, sin rival interno a la vista, una de sus figuras más promisorias, el concejal Roy López Molina, encabezará la lista que acompañará a Miguel del Sel, un "sacrificio" que tuvo que hacer este muy joven dirigente –que acaso hubiese deseado una proyección más local para cimentar una futura candidatura a intendente de Rosario– ante la deserción del periodista Miguel Tessandori.

La decisión de apostar fuerte con los candidatos a diputados provinciales de los distintos partidos tiene justificativos claros: el sistema de boleta única obliga a exponer figuras de peso ya que el arrastre del candidato a gobernador se reduce; la misma lista de legisladores puede ayudar –en el caso de Lifschitz sobre todo– a proyectar al aspirante a la Casa Gris en lugares donde no es tan conocido; y ganar en este rubro puede ser clave para la gobernabilidad.

Es que el sistema de representación santafesino le da una mayoría automática de 28 diputados sobre 52 a quien gane la elección en este rubro, algo que padeció Bonfatti por el triunfo de María Eugenia Bielsa cuatro años atrás que lo obligó a gobernar con minoría en ambas cámaras legislativas.