Una joven australiana de 27 años fue condenada a dos años y medio de cárcel por el delito de "bestialidad" tras haber confesado ante la Justicia que tuvo sexo con su perro pitbull. El caso conmueve al país.

A Jenna Louise Driscoll le descubrieron de casualidad. La policía la investigaba por tráfico de drogas y se encontró con tres videos en su teléfono celular en los que aparece teniendo sexo con su mascota.

Discroll también debe cumplir una condena por narcotráfico: vendía marihuana en su departamento, desde donde proveía a 15 clientes regulares, aunque oficialmente trabajaba como moza.

La mujer que vive en Brisbane, Australia, se mostró arrepentida ante el juez Terry Martin que la condenó. "Esto me arruinó la vida. Estoy muy arrepentida por lo que hice", le dijo, entre lágrimas, al magistrado. "Es repulsivo y en contra del orden de la naturaleza", declaró el juez que condenó a a la mujer, luego de conocerse el fallo.