La actividad del volcán Calbuco ha disminuido en los últimos días, aunque se mantiene inestable y no se descarta que evolucione hacia un nuevo pulso eruptivo.

Así lo señala un informe emitido este domingo por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), que precisa que la montaña, ubicada a mil kilómetros de Santiago de Chile, presenta una disminución de la energía sísmica y que la columna de gases y material particulado presenta una altura inferior a un kilómetro.

La dispersión de ese material se orienta de preferencia hacia el sur y sureste del edificio volcánico, señaló el Sernageomin, según EFE.

Sin embargo, el organismo que el pico, de 2.015 metros de altura, continúa con un comportamiento oscilante y permanece en una fase inestable que podría evolucionar hacia un nuevo pulso eruptivo.

Desde el pasado 22 de abril, el volcán registró tres pulsos eruptivos, con una columna de cenizas y gases que de hasta diecisiete kilómetros de altura en los primeros días, lo que obligó a la evacuación de más de 6 mil personas desde localidades cercanas.

Las autoridades mantienen la zona bajo situación de alerta roja, con un área de acceso prohibido de veinte kilómetros en torno al cráter. Esa situación se sostiene en virtud de la probabilidad de una reactivación de la actividad eruptiva.

Además, según el organismo, el material piroclástico inestable acumulado en la parte superior del volcán, en sus laderas y zonas aledañas, podría ser removido por la lluvia, dando origen a lahares (aluviones) secundarios a lo largo de los ríos que drenan al volcán y las cuencas vecinas.

De hecho, los informes meteorológicos anuncian lluvias para los próximos días, por lo que se mantendrá una atención especial en los cauces que descienden del volcán, en una franja de 200 metros de ancho a cada costado de ellos.

En los últimos días las autoridades permitieron el acceso controlado a pobladores que fueron evacuados tras el primer estallido del volcán desde las localidades de Ensenada y Correntoso.

El objetivo es que pudieran revisar el estado de sus casas y de sus animales.