El hombre dueño de una calle en Ibarlucea habló sobre el extraño caso que lo tiene como protagonista. Se llama Darío Blus y, plano en mano, le contó a Telenoche (el Tres) que él se limitó a alambrar el terreno que le vendió la comuna y aseguró que sus vecinos, es decir, los once terrenos de la cuadra, deberían mover sus límites igual que él.

Es, en todo caso, la calle la que debe ser trasladada unos metros hacia la vereda de enfrente. Suena raro, pero así lo establecieron el propio agrimensor y el abogado de la comuna. Blus recalcó que se limitó a cumplir con cercar con alambre los límites de su predio, según fijó el Estado local con mojones.

El curioso hecho se conoció este viernes, con el reclamo de los vecinos, quienes responsabilizan al presidente comunal y a los emprendedores inmobiliarios que diseñaron esos loteos.

El enredo sucede en la calle Los Aromos al 1600, donde un tejido corta la calle como continuidad de una propiedad privada.