La investigación, realizada por la Universidad de Edimburgo, sostiene que existe una correlación inversa entre el gen PDSS2 y la cantidad de café que se bebe. El estudio sugiere que el citado gen inhibe el funcionamiento de otros que están involucrados en cómo funciona el metabolismo de la cafeína en el cuerpo, tal como comunicó el portal docsalud.com.

Según el autor de este trabajo, Nicola Pirastu, la cafeína puede permanecer más tiempo en el organismo porque el gen PDSS2 la protege de los genes que se encargan de deshacerse de ella.

El estudio se centró en el genoma de italianos y neerlandeses, a los que tras las pruebas genéticas se les preguntó cuánto café consumían diariamente.

Concretamente, se trabajó con 370 individuos de un pequeño pueblo en el sur de Italia y con 843 personas de seis aldeas en el noreste del mismo país. Posteriormente se reprodujo el estudio con 1.731 participantes de los Países Bajos.

La indagación también tuvo en cuenta cómo se consumía el café en cada país, pues en Italia prefieren beberlo expreso, mientras que en los Países Bajos se decantan por el de filtro.

Los expertos reconocen que se necesitan más estudios y con un mayor número de participantes para confirmar sus hallazgos y aclarar el mecanismo biológico que une el gen PDSS2 con el consumo de café.