El juez de Instrucción Juan Carlos Vienna, que investiga a la banda de Los Monos, negó haber compartido viajes para ver eventos deportivos con Luis Paz, el papá del Fantasma, sobre cuyo crimen se inició la megacausa que hoy tiene a 36 procesados. Según planillas que circularon en las redes sociales durante el fin de semana, en uno de los viajes fueron en el mismo avión y pasaron por migraciones con un minuto de diferencia.

El magistrado es aficionado al boxeo y Paz es promotor. Ambos estuvieron en fechas similares en Estados Unidos durante 2013, en las veladas Floyd Mayweather-Marcos Guerrero en Las Vegas y Marcos Maidana-Aaron Broner en San Antonio.

"No viajé con Luis Paz a ningún lado. Si él estuvo en el mismo avión en el que yo iba, no lo vi jamás. Y si lo hubiera visto me habría acercado a saludarlo con el mismo respeto que lo hago con cualquier víctima en una causa penal a mi cargo", respondió Vienna, en una entrevista que publicó este lunes el periodista Hernán Lascano en La Capital.

"Todo eso es tan estúpido y malicioso que siento que aclararlo me rebaja, pero no tengo nada que esconder ni silenciar. Efectivamente, salí del país en esas dos ocasiones. Al igual que mi pareja, soy muy aficionado al boxeo y en esas fechas hubo dos peleas muy promocionadas en Estados Unidos. Fui con ella las dos veces, una vez invitado, la otra pagando yo”, dijo el juez.

“El valor del vuelo con estadía incluida no llegó a 20 mil pesos, que estoy pagando en doce cuotas con mi tarjeta de crédito, lo que es verificable. Tengo 28 años de servicio en la Justicia y gano 50 mil pesos. No tengo embargos en mi sueldo. Pagar un viaje así en mi condición no es una excentricidad", añadió.

Enojado, Vienna prosiguió: “Yo podría preguntar desde que estoy en estas causas sensibles cuál fue mi beneficio. Dejé de salir a comer con mis amigos los viernes o los sábados, no voy a ningún restaurante, tengo custodia, tuve que multiplicar mis gastos para darle protección a mis tres hijos y ellos no pueden venir a mi casa. Ese es el rédito que saqué de todo esto”.

“Mi sueldo es el mismo, haga lo que haga. No tengo ninguna propiedad mía salvo unos terrenos chiquitos en Alvear. Mis declaraciones juradas son públicas y quedan depositadas en la Corte Suprema año tras año. Vivo en un departamento de pasillo de menos de 50 metros cuadrados que mi padre me regaló. Tengo un auto nuevo y una moto que voy pagando en créditos descontados a través del Colegio de Magistrados. Esto provoca impotencia pero no tengo motivos para estar preocupado”, cerró.