De todas formas y tamaño y para todos los gustos, este objeto folclórico con cierto tinte gauchesco es para algunos sencillamente un objeto invaluable. Compañero de tardes de lluvia, de días de trabajo, de noches de estudio, de fines de semana con amigos y risas y hasta partícipe de confesiones y llantos. Preparar, cebar y tomar mates, es para muchos un hábito nada más y nada menos que irremplazable.

Tal como escribió Gabriela Meneguzzi, fan en Facebook de Rosario3.com: “La infusión de las hojas de yerba mate presenta propiedades energizantes y tonificantes debidas al contenido de mateína, principio activo del grupo de las catequinas, estimulante del sistema nervioso central y promotor de la actividad mental, con la positiva particularidad de no interferir con los patrones normales del sueño".

Además, "brinda sensación de saciedad y posee cantidades considerables de potasio, hierro, fósforo, sodio y magnesio; también contiene diversas sustancias antioxidantes, vitaminas (A, B1, B2, C y K) y carotenos”.

Lejos de esta explicación teórica, Héctor Bea no escatimó adjetivos para alabar a su propio mate: “Mientras escribo estas líneas está acompañándome. ¡Te amo mate! Y para mí, así amargo... Sos re dulce”.

Pasos para cebar un buen mate

1. Llenar las tres cuartas partes del mate con yerba y algunas de azúcar si se prefiere dulce
2 · Humedecer la yerba a un costado del recipiente con agua fría o tibia
3 · Después de haberla dejado reposar, se introducir la bombilla en ese mismo lugar
4 · Agregar agua caliente, nunca hervida, y listo