En Argentina, cada día nacen 300 bebés de madres menores de 20 años, a un promedio de 12 cada hora y la gran mayoría de ellos no fueron buscados. El dato fue compartido por la Fundación para la Investigación y el Estudio de la Mujer (FEIM), quien con el apoyo de Unicef presentó la iniciativa “Decilo como quieras, pero informate antes", para desterrar mitos vinculados al embarazo e informar sobre la maternidad y la paternidad no planificadas, en el marco del Día Mundial de Prevención del embarazo no planificado en adolescentes. Por su parte, el área Salud Integral de la Mujer de la Municipalidad de Rosario difundieron cifras que muestran disminución continua de casos de embarazo adolescente en las maternidades municipales, en los últimos cinco años. 

Según las estadísticas difundidas por la directora del área, Elda Serrano, en el año 2011 se registraron 82 embarazos adolescentes en niñas menores de 14 años, en las maternidades municipales –Roque Sáenz Peña y Martin, en conjunto–. La cifra descendió a 77, en 2012; a 54 en 2013, 50 en 2014 y 32 en el año 2015.

Mientras que para la franja comprendida entre 15 y 19 años, donde se contabiliza el mayor número de casos, durante 2011 se produjeron 1716 embarazos; en 2012, 1533; en 2013, 1457; en 2014, 1370 y en el año 2015, 1196.

“Los embarazos adolescentes empezaron a disminuir desde que el municipio implementó, en 1991, el acceso a los anticonceptivos, junto con la información en los centros de salud y las consejerías, algo que a nivel nacional aún estaba prohibido”, explicó Serrano en diálogo con Rosario3.com.

“Este descenso no es trabajo de un día y si bien no es el paradigma de lo perfecto, es algo que se fue logrando de a poco y con mucho esfuerzo y trabajo”, señaló la funcionaria, y remarcó la importancia de informar de todas las maneras posibles, tanto cuando las jóvenes van a la consulta, como en las escuelas, donde recomendó comenzar con las charlas a partir de 5° grado de la escuela primaria.

La médica dijo que en los casos de embarazo adolescente que se registran en las mencionadas maternidades, cuando está conformada la pareja, por lo general el padre es también un varón adolescente, que necesita información al igual que las jóvenes.

“Los varones son más reacios a recibir información, pero es tan importante informarlos a ellos como a las niñas, por ejemplo de la necesidad de que usen profilácticos. A veces vienen los varones y dicen: «a mí me quieren enchufar un chico», como si ellos no hubieran podido hacer nada para evitar el embarazo, como si la responsabilidad de quedar embarazada fuese una exclusividad de la mujer. Y cuando más descendemos en la escala educativa, predominan aún más estas creencias”, afirmó Serrano.

La información es importante para desterrar mitos que aún siguen vigentes y que contribuyen a la ocurrencia de los embarazos adolescentes. “Algunos creen que la primera vez que tienen relaciones sexuales, la mujer no puede quedar embarazada, o que si tienen relaciones de parados, tampoco habrá embarazo. Estos conceptos erróneos y la dificultad de algunas adolescentes para recordar la toma diaria de las pastillas anticonceptivas –sostiene– siguen causando embarazos a edades tempranas”.

El hijo como proyecto

Una salvedad hace Serrano en relación con las jóvenes de 17 en adelante, ya que al haber terminado en algunos casos la escuela, si no siguen estudiando, se plantean como objetivo el ser madres.

“Esto es difícil revertirlo en los sectores más vulnerables, porque al no tener otra cosa, ni proyecto de estudio ni posibilidades de inserción laboral ciertas, las jóvenes buscan el hijo. Es su proyecto de vida”, afirma la profesional.