En Italia aseguran que Antonio “Jaime” Stiuso también espiaba al papa Francisco en sus épocas de arzobispo de Buenos Aires para tener algo contra él con que poder chantajearlo. Esta información fue publicada este jueves en la prensa romana.

“También Bergoglio era espiado por el agente del caso Nisman”, tituló el diario La Stampa en su tapa impresa de este jueves. El artículo también está replicado en su versión online pero para acceder a él es necesario estar suscrito al periódico.

De acuerdo a esta publicación, la fuente del fallecido fiscal "habría espiado a todos los notables de la sociedad local, incluido Bergoglio, para chantajearlos si amenazaban denunciar la fortuna obtenida con sus manejos ilegales".

"Hay un hilo rojo que conecta uno de los episodios de crónica negra más turbios de la historia argentina, es decir la muerte del fiscal Alberto Nisman, con la noticia más feliz que Buenos Aires haya recibido en los últimos tiempos: la elección del Papa Francisco", escribió Filippo Fiorini.

"Este hilo se llama Antonio Stiusso. Éste es el verdadero nombre de un ex agente secreto que durante años trabajó al lado de Nisman en la investigación sobre el atentado a la Amia, el centro de la comunidad judía de Buenos Aires (1994, 85 victimas). Asimismo, es el nombre del hombre quien desde 1972 habría espiado a todos los notables de la sociedad local, incluido Bergoglio, para chantajearlos si amenazaban denunciar la fortuna obtenida con sus manejos ilegales", continúa el texto, el periodista italiano quien explicó que "en Argentina llaman 'golpe de archivo' al intento de derrotar a los propios enemigos usando los documentos que ellos tienen en sus armarios".

Como fuente, citó al legislador porteño Gustavo Vera, al que definió como "militante de los derechos civiles e histórico amigo del Papa" Él le confió que "el entonces Arzobispo de la Capital habría terminado en la red del 007, porque se habría puesto en contra de un colega de Stiuso, socio en sus asuntos ilegales: Raúl Martins".

"El ex agente Martins fue acusado por la hija de poseer una red de burdeles que va de la Argentina a México. Bergoglio protegió a la hija del intento de homicidio que sufrió después de la denuncia y Stiuso lo puso en la lista negra", explicó Fiorini.

En el texto incluso se narra un episodio en el que Francisco le dijo a Vera que tuviera cuidado con lo que hablaba en la arquidiócesis porque había “micrófonos por todos lados” y que por eso mantenái sus conversaciones con el ruido de la radio de fondo.

"La tarea oficial de aquel que el ex Presidente Néstor Kirchner quiso como jefe del contraespionaje era la de seguir a los extremistas islámicos. Stiuso había proporcionado a Nisman las pruebas con las que el fiscal acusaba al gobierno iraní de haber puesto la bomba en la AMIA. Según algunos, Stiuso también dispuso las escuchas de las líneas telefónicas con las que el fiscal, cuatro días antes de morir, buscaba implicar a Cristina Kirchner por haber encubierto la responsabilidad de Teherán en el atentado a cambio de un acuerdo comercial secreto, cuya existencia queda aún por demostrar", sostiene La Stampa.