En el Pami Rosario también se encontraron sillas de ruedas y camas ortopédicas abandonadas y tiradas en dependencias del organismo. Rosario3.com pudo acceder a fotos de este equipamiento con que se encontró la nueva conducción del organismo cuando asumió en enero pasado. Lo mismo denunció el titular de la obra social, Carlos Regazzoni, quien mostró fotos de 16 mil sillas de ruedas sin usar y guardadas –algunas ya oxidadas– en galpones del Pami.

Pero no son las únicas irregularidades que hay. En la Delegación Novena se puso en marcha una investigación para determinar las responsabilidades sobre la falta de realización de auditorías a prestadores en la gestión anterior incluso hasta la prohibición para hacerlas a ciertos prestadores, sobrefacturaciones o pagos hechos por servicios no prestados y geriátricos que cobraban por afiliados fallecidos. Además se están depurando padrones y se puso en la mira el trabajo de los médicos de cabecera.

El 25 de enero de este año las recién designadas autoridades del Instituto se encontraron con camas ortopédicas y sillas de ruedas apiladas en los pasillos de la boca de atención del norte de la ciudad. Algunas estaban embaladas y precintadas. No tenían destinatarios más allá de que son enviadas desde Pami central por pedidos puntuales y deben llegar con el nombre y apellido del afiliado beneficiado, según pudo saber Rosario3.com.

Esto se suma a la denuncia hecha por Regazzoni, quien mostró por Twitter fotos de 16 mil sillas de ruedas, andadores y otros materiales en estado de abandono en una dependencia del organismo.

Esto fue denunciado por la actual administración rosarina. Desde la dirección de la delegación Novena se pidió una serie de auditorías e investigaciones administrativas dentro del organismo. Hasta la semana pasada estuvo trabajando en la ciudad un equipo de auditores que envió la intervención nacional.

Es que hasta la gestión anterior “las auditorías no funcionaron de ningún modo” dijo uno de los auditores consultados que llegó para investigar sobrefacturaciones o servicios que no se pagaron y no se prestaron.

“Hasta encontramos auditorías que no se podían hacer en ciertos prestadores” apuntó una fuente oficial del Pami. Todo surgió a partir del caso de un afiliado quien falleció a principios de año porque no fue operado a tiempo en un sanatorio de Rosario. Esto hizo que la familia hiciera una denuncia penal por “homicidio culposo. “Resulta que la operación estaba autorizada pero no se hizo”, agregó.

También están bajo sospecha “facturaciones de servicios no prestados, prestaciones no realizadas e insumos que no llegaron a los afiliados pese a que estaban autorizados”. Y “hay geriátricos que facturaban por abuelos que ya estaban fallecidos”.

La directora local frenó el pago de “facturas sospechadas”. Hallaron un proveedor que pasó de facturar 100 mil pesos a un millón de pesos en poco tiempo, trascendió.

Además se puso en marcha la depuración del padrón de afiliados. En el área de Odontología los profesionales cobran por 700 cápitas pero resulta que ese padrón estaba desactualizado y se pagaban por jubilados ya fallecidos, según contó una de las personas allegadas a la máxima autoridad.

Los servicios contratados de ambulancias se agregan al listado de revisiones encaradas en el último tiempo.

Los médicos de cabecera también están siendo observados. “Los abuelos se quejan porque hay algunos profesionales que ni siquiera los atienden y solo entregan las recetas mediante la secretaria”, aportaron desde la intervención central.

El Pami Rosario hará una experiencia piloto de contratar médicos gerontólogos para atender el primer nivel en los mismos sanatorios. Prestadores como los sanatorios Plaza, Italiano y Güemes ya habrían dado el okey.

Por ahora, las actuaciones que se llevan a cabo son de carácter administrativo y si existiera delito se acudirá a la Justicia Federal para avanzar en las investigaciones, completó un letrado del Instituto.