Es casi como una vuelta a la edad media. El nuevo intendente de la ciudad rionegrina de Cipolletti, donde ganó Cambiemos, le prohibió a los inspectores municipales callejeros el uso de barba porque los agentes "deben tener una imagen correcta y prolija de respeto por la población", fue la justificación del secretario de Fiscalización comunal, Enrique Sales.

El funcionario, de quien depende el personal municipal de inspección de tránsito, dijo que "el uso de barba puede incluso dar lugar a la desconfianza de los automovilistas, en un operativo de control nocturno".

"La gente votó un cambio y tenemos que empezar a producirlo, no podemos admitir que un cuerpo organizado y disciplinado –como el de los inspectores de Tránsito– puedan darse casos de falta de higiene y mala presencia física", agregó el funcionario.

Sales reconoció que en conjunto del personal masculino del área, donde son un total de 20 efectivos, "hay uno solo que usa barba, y es precisamente el delegado del sindicato municipal y por eso mismo tendría que dar el ejemplo".

Con respecto al personal femenino sostuvo que "tampoco se puede admitir que una chica se aparezca un día con mechones rojos y amarillos en su cabellera".