La ciencia viene a demostrar con estadísticas algo que no pocos y pocas sospechaban: en una ruptura amorosa, las mujeres experimentan un dolor mayor en lo inmediato, pero logran sanar en menos tiempo que los hombres. Ellos siguen adelante, pero no logran reponerse por completo.

Al menos, esa es la conclusión de una investigación de la universidad neoyorquina de Binghamton y la londinense University College London en la que se analizaron las diferencias entre los sexos en respuesta al fin de una relación amorosa.

Los resultados, publicados en la revista especializada sobre ciencias del comportamiento Evolutionary Behavioural Sciences y que comparte la BBC, sugieren que las mujeres sufren un mayor impacto emocional y físico tras la ruptura.

Sin embargo, tienden a recuperarse antes y se vuelven emocionalmente más fuertes. En comparación, según las conclusiones de los investigadores, los hombres tienden no a recuperarse totalmente sino simplemente a seguir adelante.

Los hombres han evolucionado para competir por la atención de las mujeres y por eso la pérdida de una pareja de calidad para un hombre no "duele" tanto al principio.

Según Craig Morris, investigador de antropología en Binghamton University y líder del estudio, las diferencias tienen un fundamento biológico.

"En términos simples, las mujeres evolucionaron para invertir mucho más que un hombre en una relación", explicó.

El porqué evolutivo

"Un breve encuentro amoroso podría conllevar nueve meses de embarazo seguido de muchos años de lactancia para las mujeres ancestrales, mientras que los hombres podrían «irse» literalmente unos minutos después del encuentro, sin tener inversión biológica alguna", dijo el especialista.

"Es este «riesgo» de una mayor inversión biológica es el que, en términos evolutivos, hizo que las mujeres sean más exigentes sobre la selección de una pareja de calidad. Por eso la pérdida de una relación con una pareja de calidad le 'duele' más a una mujer", continuó.

Por otro lado, los hombres han evolucionado para competir por la atención de las mujeres y por eso la pérdida de una pareja de calidad para un hombre no "duele" tanto al principio, explicó el investigador.

"El hombre probablemente sienta la pérdida profundamente y durante un período de tiempo muy largo a medida que comprende que debe volver a empezar a competir de nuevo para reemplazar lo que ha perdido", comentó Morris.

Según el autor, los hombres tienden a reaccionar ante una ruptura de una manera más autodestructiva. "Esto puede durar meses o años. Ellos tienden a «seguir adelante» con frecuencia con otra relación", comentó.

La encuesta

La investigación se basó en la información de 5.705 personas de distintos países que completaron una encuesta académica por internet.

Los participantes debían describir cómo les había afectado emocionalmente una ruptura sentimental y qué tipo de respuestas físicas experimentaron.

También debían clasificar sus propias respuestas físicas y emocionales ante la ruptura del 1 (ninguna) al 10 (insoportable).

Los hombres tienden a reaccionar ante una ruptura de una manera más autodestructiva. "Esto puede durar meses o años. Ellos tienden a «seguir adelante» con frecuencia con otra relación".

En general, tanto hombres como mujeres tenían una intensidad similar de emociones. Por ejemplo, entre las respuestas físicas el insomnio es el factor más intenso para ambos sexos. Y entre las respuestas emocionales, la ira.

Las mujeres reportaron una intensidad mayor que los hombres en casi todos los factores de respuesta tras una ruptura: en lo que se refiere a las emocionales, dominaron las clasificaciones de ira, ansiedad, depresión, miedo e incapacidad para funcionar en el trabajo y los estudios.

Y en cuanto a las respuestas físicas mostraron una mayor intensidad en las categorías de náusea o incapacidad para comer, ataques de pánico, cambios indeseados en el peso y bajada de la respuesta inmunológica.

Por su parte, los hombres sólo mostraron una mayor intensidad en dos factores de la respuesta emocional: la pérdida general de concentración e insensibilidad emocional.