Este jueves se conoció la condena a varios funcionarios judiciales por encubrimiento del atentado a la Amia y aunque las penas no fueron significativas, la noticia llevó algo de alivio a muchos familiares de las víctimas. Sergio Burstein, histórico dirigente de Familiares y Amigos de las Víctimas de la Amia, dijo que por primera vez en 25 años tuvo una noche de sueño tranquila, pero advirtió: es sólo el comienzo. Y se preguntó, tras la condena a los dos ex fiscales que habían intentado despegar del encubrimiento –Eamon Mullen y José Barbaccia–, hasta dónde llega la presión del presidente Mauricio Macri en este asunto.

Me sorprendió el fallo, tenía mucha desconfianza de los jueces y con fundamentos”, sostuvo Berstein en contacto con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2. Y se refirió a las denuncias del ex titular de la Unidad especial de Investigación del atentado, Mario Cimadevilla que había apuntado contra Daniel Angelici como responsable de una operación para que no se acuse a Mullen y Barbaccia.

Angelici es Macri y me preguntaba hasta dónde llegó la presión de Macri”, dijo Burstein que aseguró que este jueves por la noche, tras conocer la condena “pude dormir en paz”.

“Se probó que hubo encubrimiento”, enfatizó pero advirtió que el fallo de este jueves fue sólo “un comienzo” y que “no es fácil romper esta maraña de mentiras”. “Pero trato de ser optimista”, agregó.

Qué demostrado que los familiares no hicimos todo lo que hicimos para llenarnos los bolsillos de dinero ni fue una operatoria para favorecer al gobierno anterior. Esto fue para devolverle la dignidad a los muertos. Es el comienzo”, dijo.