Las redes sociales son sitios de internet que permiten a las personas conectarse con sus amigos e incluso realizar nuevas amistades, de manera virtual, y compartir contenidos, interactuar, crear comunidades sobre intereses similares: trabajo, lecturas, juegos, amistad, relaciones amorosas, relaciones comerciales, entre otras.

El origen de las redes sociales se remonta al año 1995, cuando el estadounidense Randy Conrads creó el sitio Web classmates.com, con la cual pretendía que la gente pudiera recuperar o mantener el contacto con antiguos compañeros del colegio, instituto o universidad.

Una red es un conjunto de nodos interconectados. Sagol (2011) la define como una estructura abierta y multidireccional, con posibilidades de expandirse y sumar nuevos nodos. Si bien, en general, los jóvenes las utilizan en contextos de ocio, es importante que desde la escuela se utilicen con objetivos educativos. Twiter, Facebook, entre las más conocidas y usadas por los más jóvenes, cuentan con recomendaciones de cómo usarlas con fines didácticos.

Twitter, es una red social que permite seguir personas o portales que publiquen mensajes relacionados con temáticas dadas en clase, compartir con estudiantes y otros colegas recursos, propios o ajenos, publicados en la Web, tales como imágenes, videos (Youtube), documentos, presentaciones (SlideShare) o archivos encontrados. Incluso permite, si se quiere, representar a un personaje, real o ficticio, especialmente en asignaturas como historia o literatura. En este último caso, se podría asignar a cada uno de los alumnos un personaje histórico y su tarea consistiría en documentarse acerca de él, y crear una cuenta en dicha red, donde iría twitteando publicaciones introduciéndose en el rol de cada personaje. Otros usos posibles podrían ser el debate de temas con un determinado hashtag (palabra o frase sin espacios prefijado con el signo de número " # " ) o también para practicar idiomas, traducir frases o conectarse con otros estudiantes extranjeros; más allá de otras posibilidades potenciales como enviar mensajes a los padres, por ejemplo.

A su vez, Facebook permite crear comunidades, ya sean grupos cerrados o abiertos, es decir, elegir de antemano a qué público va dirigido y quién tiene acceso al mismo. De esta manera, cada escuela o cada curso podrán tener su perfil en la red o su fanpage y cada vez que se publique algo en el muro será podrá ser leído por los estudiantes que clicklearon “me gusta”. Desde allí se puede establecer contactos, compartir links, videos, difundir información, participar en actividades, organizar equipos o grupos de investigación, entre otras tantas posibilidades.

Otra red social como Instagram, creada por Kevin Systrom y Mike Krieger, fue lanzada en octubre de 2010. Dicha aplicación ya contaba con más de 100 millones de usuarios activos en 2012, superando los 300 millones en diciembre de 2014. Si bien fue diseñada originariamente para iPhone, hoy por hoy está disponible para iPad y iPod y una versión para Android. Es una red social para compartir fotos y vídeos, al cual permite a los usuarios aplicar efectos fotográficos como filtros, marcos, colores retro y vintage, y posteriormente compartir las fotografías en diferentes redes sociales como Facebook, Tumblr, Flickr y Twitter. Más allá de poder organizar un concurso fotográfico para una determinada temática, como uso básico y común; los alumnos y profesores pueden usarla para tomar fotos durante visitas o salidas fuera de la institución. Se podría elaborar un documento previo para focalizar un objetivo determinado en el momento de la salida. A su vez, esas fotos pueden trabajarse durante la clase, usando un hashtag determinado, por ejemplo: #MuseoVisita. A su vez, puede ayudar a afianzar estrategias, tales como fotografiar el pizarrón o determinadas actividades. De esta manera, permite a los estudiantes que usan diariamente sus teléfonos acceder a cierta información y a los profesores acercarse a ellos a través de un dispositivo que les genera mucho interés.

En definitiva, cada docente, desde su propia disciplina, podrá planificar algunas opciones innovadoras con una herramienta que atrae tanto la atención de los jóvenes. Si bien implica un esfuerzo para aquellos que le escapan a la tecnología, es una gran posibilidad de provocar cambios en los procesos de enseñanza y aprendizaje que se llevan a cabo en la escuela.

 

Por Carina Cabo, especialista en TIC y Educación.