El gobernante Partido Popular (PP, centroderecha), del actual presidente Mariano Rajoy, se impuso este domingo en las elecciones legislativas en España pero se queda lejos de la mayoría absoluta, con los socialistas (PSOE) como segunda fuerza, y el emergente Podemos (izquierda) situado en tercer lugar.

Con el 90 % de los votos escrutados, el PP obtenía el 28,68 por ciento de los votos, lo que se traduce en 122 escaños en un Congreso de 350, seguido del PSOE, con el 22,18 % y 91 escaños.

Podemos, partido de izquierda y antiausteridad creado a comienzos de 2014, se sitúa en tercera posición, con 69 escaños, y Ciudadanos, formación liberal de centro que se presentaba por primera vez a unas elecciones generales, queda en cuarta posición, con 40 diputados, en unos resultados muy fragmentados que pueden complicar la formación de gobierno.

Los 122 diputados que obtiene el PP le dejan a 54 diputados de la mayoría absoluta establecida en 176, por lo que tendría que recabar el apoyo de otras formaciones, especialmente de Ciudadanos, señala la agencia EFE.

Los nacionalistas catalanes ERC logran 9 escaños y Democracia y Libertad 8, mientras que los nacionalistas vascos del PNV obtienen 6.

El resto de escaños se reparten entre partidos de diversa tendencia, entre ellos Izquierda Unida, que logra dos escaños.

En las elecciones participó el 73,21 del electorado, casi 4,5 puntos más que en las anteriores elecciones de 2011.

Los resultados de estas reñidas elecciones confirman el fin del bipartidismo imperante desde los comicios de 1982, en el que los dos grandes partidos han sumado siempre al menos dos tercios de los votos.

En los últimos dos años, al calor del descontento social por los recortes y los escándalos de corrupción que salpican principalmente al PP, emergieron dos nuevas fuerzas, Podemos (izquierda) y Ciudadanos (liberal), que están en condiciones de dinamitar el bipartidismo español y de imprimir un cambio generacional y de estilo a la política española.