Ante la alarmante cantidad de casos reportados de dengue en Argentina, un grupo de jóvenes científicos de la UBA avanzó en el diseño de un detector portátil de dengue que permite identificar el virus sin confundir el diagnóstico con otros de la misma familia, como el zika o el chikungunya, transmitidos por el mismo mosquito.

Uno de sus creadores, Gustavo Carrizo precisó que “el kit es mas complicado que un test de embarazo pero es parecido. La idea es tomar una muestra de una gota de sangre, y si se observa un cambio de color significa que la persona está infectada con el dengue, y se podrá detectar cuál de los serotipos de dengue tiene”.

Lo que resta para el desarrollo del dispositivo, que se encuentra en la etapa final de investigación, es conseguir el financiamiento necesario para su concreción. A partir del estado de situación, se reveló que existen deficiencias en los diagnósticos tanto por la falta de notificación como por la inespecificidad de los síntomas.

El dispositivo en desarrollo es económico y de fácil uso, ya que funciona de forma similar al test de embarazo tradicional, pero basado en una tecnología novedosa que detecta el material genético del virus, y arroja los resultados horas después sin la necesidad de contar con personal capacitado o infraestructura específica.

Se trata de un elemento portátil al que se le coloca una muestra de suero con material genético viral, que al ser expuesto a una reacción química emite una señal de color específica para cada serotipo del virus. En esta instancia de la investigación, se busca validar el sistema de detección para luego traducirlo en un producto terminado.

La iniciativa se enmarca en la competencia TecnoX organizada por el doctor Alejandro D. Nadra (UBA-Conicet) y el doctor Ignacio E. Sánchez (UBA-Uade-Conicet), que apoya a equipos de estudiantes que buscan abordar problemas de relevancia social en América Latina. La competencia promueve el uso de tecnologías de aprendizaje de bajo costo e innovadoras como robótica, software y biología sintética.

“Al comienzo de la competencia, nuestro desafío fue encontrar una problemática regional actual sobre la cual pudiéramos hacer un aporte. A medida que fuimos investigando, nos asombró lo costoso y complejo que es el proceso por el que se diagnostica si una persona contrajo dengue. Por eso, nuestra idea apuntó a diseñar y armar un kit que fuese eficaz, rápido, sencillo y barato y que, además, pudiera distinguir entre serotipos virales”, explicó Darío Ferri, estudiante de Ciencias Biológicas de la UBA.