La homeostasis del gas intestinal es un complejo fenómeno entre producción, consumo y movimiento del gas en el intestino y su difusión entre el intestino y la sangre.

El ingreso del gas se origina por: deglusión, reacciones químicas, fermentación por bacterias y difusión desde la sangre.
La salida del gas resulta de: eructos, consumo por bacterias, absorción hacia la sangre y evacuación anal.

Todos los seres humanos producen gases en volúmenes aproximadamente de 200ml/día. Luego de las ingestas, el volumen de gas se incrementa en un 65%, principalmente en el colon pélvico (Intestino Grueso final). Todo sujeto sano elimina gases entre 10 y hasta 20 veces por día. No tiene relación con la edad o con el sexo.

El gas intestinal es una mezcla de 5 gases:

- Nitrógeno (N2; ingerido, presente en un 70% a 90%)
- Hidrógeno (H2; producido y consumido por bacterias, presente en un 0% a 50%)
- Dióxido de Carbono (CO2; ingerido o producido por bacterias aerobias, presente en un 10% a 30%)
- Metano (CH4; producido por bacterias anaerobias, presente en un 0% a 10%)
- Oxígeno (O2; ingerido, presente en un 0% a 10%).

Estos gases son inodoros, el olor del gas intestinal está dado por la putrefacción bacteriana de las proteínas y vegetales crucíferos, produciendo ácido butírico y sulfuro de hidrógeno principalmente.

Sólo el 10% de los gases intestinales son endógenos. El 90% proviene de fuentes exógenas, principalmente de alimentos. Los alimentos más fermentadores son los carbohidratos complejos: lácteos, coles, levaduras, batatas, cebolla, almidón, féculas, harinas, etc.

El gas intestinal puede manifestarse de 2 maneras: eructos (aerofagia) y meteorismo (relacionados con la necesidad de expulsar el gas) o distensión e hinchazón abdominal (relacionadas con la acumulación del gas sin poder ser expulsado).

El origen de la aerofagia se relaciona con factores psicológicos, como la ansiedad. La deglución de aire es la mayor causa de la existencia de gas en el estómago. Existen otros factores como comer de prisa, comer hablando, no masticar los alimentos adecuadamente, mascar chicles, y es el resultado de aspiración inadvertida de aire en hipofaringe.

Las flatulencias se asocian a aire deglutido, no eructado, que transita en el tubo digestivo. Puede deberse también a aire no absorbido o metabolizado y se relaciona a mala absorción de azúcares por la flora bacteriana intestinal, intolerancia a la lactosa, y otras posibles causas, siendo eliminada por vía anal.

La distensión (objetivo) y/o hinchazón (subjetivo) abdominal es debido a la retención de gases intestinales por una deficiente eliminación de los mismos.

 ¿Cómo tratar los síntomas?

Eructos (aerofagia): explicar claramente al paciente que es consecuencia de aire deglutido, más que por problemas gastrointestinales.


Flatulencia: se debe indicar una dieta que provee mínimo sustrato a las bacterias colónicas basados en proteínas: carne, pollo, pescado, huevo; carbohidratos: pan libre de glúten, pan de arroz, arroz; frutas y vegetales: lechuga, tomate cherry, y uva. Los alimentos que incrementan la producción de gas incluyen: legumbres (arveja, garbanzo, poroto, etc); coles (repollo, brócoli, brusselas, apio, berenjena, etc); cebollas; zanahorias; pasas; bananas; fibras fermentables; féculas; trigo; papas.


Gases odoríferos: dieta que contengan escasos componentes sulfúricos, reduciendo vegetales cruciformes, cerveza, proteínas.


Distensión e hinchazón: mejorar la evacuación intestinal para reducir la fermentación colónica y la reducción de producción de gas. Reducir consumo de gaseosos (gaseosas, sodas, cervezas, cidras, champagne); lácteos; frutas secas; fibras.
Fomentar el ejercicio físico. El tránsito intestinal de gas es más efectivo en posición erecta que acostada.

Tratamiento Farmacológico

- Antibióticos: (rifaximina) reduce la fermentación bacteriana.
- Simeticona: elimina burbujas de gas pero no reduce el volumen de gas.
- Proquinéticos: (metoclopramida, mosapride, cinitapride, etc) de efecto controversial.
- Ansiolíticos, antidepresivos, hipnosis.

 

Necchi Fabiana

Gastroenterología