Gendarmería Nacional entregó al fiscal Eduardo Taiano el informe pericial elaborado por una junta interdisciplinaria sobre la muerte del fiscal del caso Amia, Alberto Nisman.

El informe contiene el resultado de un peritaje interdisciplinario y será ahora evaluado por el fiscal del caso y por el juez Julián Ercolini, quien ya habilitó la posibilidad de ordenar reconstrucción del hecho.

"Gendarmería presentó el informe que tiene valor pericial, una vez que sea analizado el juez y el fiscal pueden pedir la reconstrucción del hecho, que estaría encabezada por ellos mismos", explicó una fuente judicial. 

La posibilidad de convocar a una reconstrucción ya está contemplada en el expediente dado que ya fue autorizada por el juez tras haber detectado contradicciones entre algunas de las primeras personas que vieron el cuerpo de Nisman en el baño de su departamento en la torre Le Parc, de Puerto Madero. 

Las conclusiones que Taiano ya tiene en sus manos son producto del trabajo de expertos de Gendarmería en distintas disciplinas y cuentan con la adhesión de los peritos de la querella que, no obstante, presentaron ocho páginas con aclaraciones y disidencias, según informaron fuentes del caso.

El informe que llegó a manos del fiscal que investiga la muerte de Nisman tiene 400 carillas y fue entregado en dos tomos de tapa dura verde, titulados "Informe Pericial Interdisciplinario".

La entrega del informe se produjo cerca de las 12 del mediodía en el anexo ubicado en la calle 25 de mayo hasta donde llegaron efectivos de gendarmería con los dos libros y tres cd´s con archivos fotográficos y audiovisuales, según pudo reconstruir este medio. 

Como Gendarmería entregó una sola copia del peritaje, la fiscalía requirió otra para que fuera entregada la juez y las partes deberán esperar al menos hasta el lunes para poder tener las suyas.

El fiscal del caso Amia fue hallado muerto en el baño del departamento que habitaba en Puerto Madero el 18 de enero de 2015. Estaba tirado sobre un charco de sangre y bajo su cuerpo estaba el arma desde la cual había salido el disparo que le perforó la cabeza.

La pistola, calibre 22, era propiedad de Lagomarsino, quien le dijo luego a la justicia que el fiscal se la había pedido prestada.