El gobierno nacional se plantó ante algunos pedidos de someter el crimen del fiscal Alberto Nisman al escrutinio internacional y dejó claro que su resolución es responsabilidad del Poder Judicial; cualquier intromisión de otro Estado sería –opinó el jefe de Gabinete Jorge Capitanich– una “injerencia indebida”.

El jefe de los ministros aclaró los tantos esta mañana en su habitual conferencia de prensa tras ser consultado por la propuesta del legislador estadounidense republicano Marco Rubio de conformar una comisión internacional que investigue la muerte del fiscal.

"Argentina es un país autónomo, soberano e independiente. Con su visión imperial desconoce la carta de la ONU y significa una intromisión indebida, una injerencia indebida propia de carácter imperial”, señaló Capitanich y agregó: “Las declaraciones (de Rubio) constituyen un agravio".

“Rubio representa a la más recalcitrante derecha republicana”, aseveró y recordó finalmente que la investigación por la muerte del fiscal es responsabilidad del Poder Judicial argentino que tiene garantías para hacerlo.