Bajo el análisis de que quien desarrolla ésta actividad lo hace por la falta de oportunidades laborales que brinda el mercado, Alejandro Grandinetti, candidato a intendente del Frente Renovador, propone becar, incentivar a las empresas y formar en oficios genuinos a los trapitos.

El proyecto consiste en montar en los centros de distrito, talleres de oficios los cuales tendrán como característica primordial atender dos posibilidades: el cuentapropismo y la posibilidad de empleo formal. “En ambas situaciones se priorizarán para la formación, el requerimiento del mercado laboral. Por ende, las propuestas de capacitación deberán ser variadas y rotar de manera programada en los diferentes distritos”, comenta el candidato a intendente.

La Secretaría de Promoción Social dispondrá de parte de su personal para realizar el trabajo de calle necesario para detectar y persuadir a quienes desarrollan la actividad y designará a los capacitadores.

Además el proyecto contempla una beca para cada persona que deje la calle y comience el cursado, “para que de esta manera pueda suplantar el dinero que gana en la calle, que según se estima, ronda los $200 diarios. Asegurarles un ingreso económico es fundamental entendiendo que quien se desempeña como trapito lo toma como una fuente de ingresos”.

De acuerdo a lo manifestado por Grandinetti, en paralelo se instrumentará un incentivo para que “todas aquellas empresas que tomen como personal a estos trabajadores en formación, serán beneficiadas con una reducción de la TGI durante el tiempo que dure ese contrato”.

“Entendemos que el estado debe estar presente y proponer soluciones para un sector social que está al margen de toda posibilidad de inclusión. Una ocupación que a su vez genera serios inconvenientes con los automovilistas los cuales se sienten intimados a la hora de estacionar o al detenerse en un semáforo pero a la vez tampoco se los puede prohibir o castigar por la actividad que realizan”, manifestó Grandinetti.

Cabe recordar que desde el Concejo y desde la intendencia se propusieron medidas que hasta ahora no prosperaron como la prohibición total de la actividad, un censo que permita identificarlos y controles callejeros para evitar abusos. “Todas son medidas que no resuelven el problema de fondo y no encaran la integralidad que el tema merece. Con esta iniciativa comenzamos a reconocer en este trabajo informal la búsqueda de un sector de la sociedad de acceder a un empleo para vivir, se dejan de lado las estigmatizaciones y se da respuesta a un derecho fundamental: trabajo digno”, concluyó el candidato.