El grupo, formado por más de una veintena de científicos de laboratorios y universidades de todo el mundo, ha descubierto que el anticuerpo monoclonal J199 (producido por un solo tipo de célula del sistema inmunitario) protege ante el virus, que produce una fiebre hemorrágica viral, endémica en Argentina.

El virus Junín es transmitido por medio de una especie de roedor, la laucha del maíz o ratón maicero (Calomys musculinus) y desarrolla en los humanos la fiebre hemorrágica argentina, que si no se trata a tiempo tiene un porcentaje de mortalidad del 30 %.

De acuerdo con los investigadores, el virus constituye una "amenaza bioterrorista de primera prioridad", ya que se corre el riesgo de que este se extienda más allá de Argentina, y destaca que en la actualidad no hay medicamentos aprobados por las autoridades estadounidenses para tratarlo.

Por ello, Larry Zeitlin, investigador de la Universidad de San Diego (California, EE.UU.) y sus colegas internacionales usaron un conejillo de indias para probar la efectividad clínica de tres anticuerpos monoclonales.

Tras ser infectados con una dosis letal del virus Junín, los animales a los que se trató con el anticuerpo monoclonal J199 sobrevivieron los 30 días que duró el estudio.

Sin embargo, los animales a los que no se les aplicó el anticuerpo fallecieron a las dos semanas de ser infectados.