En ocho días comienza la temporada primavera-verano en la costa norte y una vez más se espera que las playas públicas se llenen de gente. Vecinos con sus reposeras y heladeritas en busca de aire y agua. Para evitar disturbios, desde el gobierno provincial y municipal dispondrán un operativo integral que incluirá una especie de vallado en la Rambla Catalunya con el objetivo de ordenar y poder hacer un control exhaustivo del acceso a la playa.

Además, planean mayores controles y medidas de ordenamiento en la zona de Costa Alta donde las reuniones callejeras terminan, muchas veces, en picadas clandestinas bajo el puente Rosario-Victoria.

En el operativo integral participarán policías de la Unidad Regional II, agentes de la Guardia Urbana Municipal (GUM), inspectores, guardavidas y varias reparticiones de la Municipalidad.

Según fuentes consultadas por Rosario3.com, la zona de intervención abarca desde Costa Alta hasta La Rambla Catalunya, donde se dispondrá una especie de vallado para ordenar el ingreso. No será de un enrejado fijo sino paneles móviles para controlar el paso hacia la playa y buscar así reducir el consumo de alcohol y la violencia.

Además del vallado, están previstas otras acciones –según confiaron las fuentes– para que el entorno sea mucho más ordenado, vivible y menos violento. En Costa Alta se dispondrán boxes de estacionamiento para evitar el aparcamiento desordenado y se reforzarán los controles de tránsito a todo lo largo de la franja de intervención. Aunque en esa zona no suelen detectarse mayores inconvenientes, señalaron que está identificada como punto de encuentro de corredores de las picadas que se realizan debajo del puente Rosario-Victoria.

También se realizarán controles de venta de alcohol en los locales de la zona, como se hizo este Día de la Primavera.

De los operativos participarán policías, agentes de la GUM, inspectores y guardavidas.

“Queremos incorporar a los guardavidas a un esquema de intervención urbana de gestión del espacio", subrayaron las fuentes consultadas. Los bañeros participaron hace algunos días de una reunión con el ministro de Seguridad de la provincia, Maximiliano Pullaro, con quien analizaron la problemática.