La Agencia Espacial Europea (ESA) informó desde su centro de control de operaciones que la sonda Rosetta ha dejado de mandar la señal y que ha concluido la misión con éxito.

Previamente Rosetta tocó la superficie del cometa 67P Churyumov-Gerasimenko, a una velocidad de 3,2 kilómetros por hora y mandó datos durante 40 minutos más.

Los científicos creen que antes de apagarse habrá rebotado en la superficie del cometa como hizo el módulo Philae pero ahora no será posible saber dónde se encuentra porque las comunicaciones ya se han interrumpido.

Rosetta debería haber impactado en una región de fosas activas en la "cabeza" del cometa 67P, una mole de hielo, piedra y polvo de 10.000 millones de toneladas y un volumen de 25 kilómetros cúbicos.

Es el final de la misión Rosetta, que comenzó el 2 de marzo de 2004, y recorrió 6.400 millones de kilómetros hasta llegar al cometa en agosto de 2014.

La sonda Rosetta no fue diseñada para ser desconectada y por ello ha sido un reto para el equipo de control de vuelo forzarla a entrar en un modo especial que se usó en las pruebas en la Tierra hace más de una década, según la ESA.

Finalmente fue posible mediante un software que ha permitido que cuando Rosetta tocó la superficie del cometa se desconectase y dejase de enviar la señal.

Decidida en 1993 por la Agencia Espacial Europea (ESA), la misión Rosetta apunta a comprender mejor el sistema solar. Los cometas, aparecidos hace 4.500 millones de años, forman parte de los objetos más primitivos de este sistema.

La misión, que ha costado 1.400 millones de euros, ha permitido recoger una cosecha de datos que van a ocupar varios años a los científicos.

La misión estuvo marcada por las peripecias del robot-laboratorio Philae, que fue el primero en posarse en un cometa, el 12 de noviembre de 2014. Inerte desde que en julio de 2015 agotó por completo sus baterías, Philae fue localizado a principios de septiembre por la sonda.

El cometa 67P se dirige actualmente hacia la órbita de Júpiter. Seguirá alejándose del Sol en su trayectoria elíptica, hasta unos 850 millones de kilómetros de distancia de nuestro astro rey. Y con él se alejará Rosetta, que escolta al cometa desde agosto de 2014.