Un hincha de Belgrano envió una carta al suplemento deportivo del diario
La Voz del Interior de Córdoba indignado con el accionar de la policía de Santa Fe en el partido del viernes entre Newell´s y el equipo cordobés.
Federico aseguró que los agentes policiales “tiraban a mansalva” y añadió que se reían cada vez que le pegaban a un hincha.
“Viajé a ver un partido, a ver mi equipo, no a estar en intercambio de tiros y piedras. Todo empezó unos 20 minutos antes de concluir el juego, cuando los hinchas de Newell´s, que se encontraban atrás del arco nos empezaron a arrojar pedazos de ramas de los árboles. La gente de Belgrano se los devolvía, y después de cinco minutos empezaron a tirarse piedras por todos lados, era una balacera de piedras”, escribió el lector.
“Yo me quedé al lado de la salida porque sabía que en algún momento iba a llegar la policía, pero nunca me imaginé que cuando llegó iba a entrar tirando tiros, pero tiraba a mansalva, a cualquiera, a personas que no hacían nada también le tiraban”, agregó.
"Un patrullero pasaba por mi lado, se frenó, y me tiró como si nada, a quemarropa, a una distancia de cinco metros de donde yo estaba", sostuvo.
En la parte más cruda de su relato, el hincha de Belgrano aseguró que “un hombre que estaba con su hijo y su mujer (el hijo llorando, y la mujer muerta de miedo) le pidió a la policía poder sacar a su familia, y que no les pase nada, y el policía, se acercó, le puso la escopeta a unos 10 centímetros de su panza, y le tiró a quemarropa".
“Una vez que se descongestionó todo, pudimos salir de la cancha sin que nos peguen, pero afuera era una balacera. No se sabían de donde venían los tiros, ni a donde iban, después de correr unos 300 o 400 metros y tras cruzar la avenida Pellegrini, me digné a caminar para no levantar sospechas, ya que yo no tenía nada que me identificara con el equipo de Córdoba. Venía solo caminando por la calle, cuando sentí un fuerte impacto en mi panza y mis dedos…cuando me doy vuelta un patrullero pasaba por mi lado, se frenó, y me tiró como si nada, a quemarropa, a una distancia de cinco metros de donde yo estaba, se rieron y uno le dijo: «Le pegue! Vamos!»”
Federico aseguró que los agentes policiales “tiraban a mansalva” y añadió que se reían cada vez que le pegaban a un hincha.
“Viajé a ver un partido, a ver mi equipo, no a estar en intercambio de tiros y piedras. Todo empezó unos 20 minutos antes de concluir el juego, cuando los hinchas de Newell´s, que se encontraban atrás del arco nos empezaron a arrojar pedazos de ramas de los árboles. La gente de Belgrano se los devolvía, y después de cinco minutos empezaron a tirarse piedras por todos lados, era una balacera de piedras”, escribió el lector.
“Yo me quedé al lado de la salida porque sabía que en algún momento iba a llegar la policía, pero nunca me imaginé que cuando llegó iba a entrar tirando tiros, pero tiraba a mansalva, a cualquiera, a personas que no hacían nada también le tiraban”, agregó.
"Un patrullero pasaba por mi lado, se frenó, y me tiró como si nada, a quemarropa, a una distancia de cinco metros de donde yo estaba", sostuvo.
En la parte más cruda de su relato, el hincha de Belgrano aseguró que “un hombre que estaba con su hijo y su mujer (el hijo llorando, y la mujer muerta de miedo) le pidió a la policía poder sacar a su familia, y que no les pase nada, y el policía, se acercó, le puso la escopeta a unos 10 centímetros de su panza, y le tiró a quemarropa".
“Una vez que se descongestionó todo, pudimos salir de la cancha sin que nos peguen, pero afuera era una balacera. No se sabían de donde venían los tiros, ni a donde iban, después de correr unos 300 o 400 metros y tras cruzar la avenida Pellegrini, me digné a caminar para no levantar sospechas, ya que yo no tenía nada que me identificara con el equipo de Córdoba. Venía solo caminando por la calle, cuando sentí un fuerte impacto en mi panza y mis dedos…cuando me doy vuelta un patrullero pasaba por mi lado, se frenó, y me tiró como si nada, a quemarropa, a una distancia de cinco metros de donde yo estaba, se rieron y uno le dijo: «Le pegue! Vamos!»”