Casi 50 millones de italianos están habilitados para votar este domingo en un referéndum no obligatorio para decidir la aprobación o no de la reforma constitucional impulsada por el Primer Ministro Matteo Renzi, con la que busca reducir los costos de la política y dar agilidad y estabilidad al gobierno, en una elección que puede significar un plebiscito sobre la gestión del Premier, quien podría renunciar en caso de una derrota.

Un total de 46.714.950 de italianos pueden concurrir a las urnas en 61.551 secciones electorales entre las 7 y las 23 locales (de 3 a 19 de Argentina) para elegir por sí o por no a la pregunta "¿Aprueban el texto de la ley constitucional que refiere 'disposiciones para superar el bicameralismo perfecto, la reducción del número de parlamentarios, la reducción de los costos de funcionamiento de las instituciones, la supresión del CNEL (Consejo Nacional de la Economía y el

Trabajo, órgano consultivo), y la revisión del Título V de la parte II de la Constitución, aprobado por el Parlamento y publicado en la gaceta oficial n. 88 del 15 de abril de 2016?".

La reforma plantea la reducción de los miembros del Senado de 315 a 100, la elección semidirecta de sus miembros y la disminución de sus funciones legislativas con el objetivo de generar un ahorro de 500 millones de Euros al año y dar agilidad y estabilidad a un país que tiene un tiempo medio de sanción de leyes de 30 meses y que ha tenido 63 gobiernos desde la fundación de la República, hace 70 años.
Además, plantea una reconfiguración del mapa administrativo del país, con la supresión de las provincias, mayores facultades al gobierno central y nuevos mecanismos que se introducen en materia de democracia directa.

Renzi, ex alcalde de Firenze de 41 años elegido por un acuerdo parlamentario en febrero de 2014, se enfrentará mañana a su mayor desafío frente a las urnas, tras más de dos años en los que planteó repetidas veces su intención de renunciar al cargo si no se aprueba la ley que luego de 24 meses y tras tres votaciones en cada Cámara se aprobó en abril de este año.

Votantes en el exterior

Si bien las últimas encuestas publicadas antes de la veda iniciada hace quince días marcaban una ventaja para el "no" de entre 4 y 10 puntos, en las últimas horas creció el optimismo en el oficialismo, impulsado por el amplio número de indecisos y por el aporte significativo que pueden hacer los votos desde el extranjero.

Un total de 3.995.042 residentes en el exterior estaban habilitados para votar hasta el viernes, y esta semana el propio Renzi se mostró confiado en que el caudal de votos desde fuera del país (para el que espera una participación del 30%) pueda ayudar a inclinar la balanza. Según los primeros números difundidos de manera extraoficial, y si bien hubo una participación dispar, habrían sufragado un 26% en Argentina de los casi 650.000 habilitados en el país; mientras que en Brasil, la participación rozó el 32% y en Europa se disparó hasta el 42.25 de Suiza y el 37% de Gran Bretaña.

La continuidad de Renzi

En la noche del viernes, durante el cierre de campaña, Renzi aseguró que el voto a favor es una forma de "desafiar al sistema" porque en la oposición "están todos unidos para decir que no".

"Si gana el 'Sí', Italia se vuelve líder en Europa. Europa está en dificultad: el miedo al otro es tan fuerte que llegan resultados impredecibles en todo el planeta. Y si gana el 'Sí' se terminó la hora de los técnicos que dicen 'lo pide Europa'. Es hora de decirle nosotros lo que queremos a Europa", planteó el Premier, confiado en una "mayoría silenciosa" para obtener la victoria en las urnas. 

Desde que presentó la reforma al inicio de su mandato, el primer ministro vinculó su continuidad al frente del gobierno con la victoria en el referéndum, aunque posteriormente lamentó haberlo relacionado y ahora se plantea la incógnita de qué sucederá si el Ejecutivo pierde la consulta convocada por el primer ministro. 

En ese sentido se pronunció el ministro de Infraestructura y Transporte, Graziano Del Rio, quien aseguró que en caso de una victoria del "no", Renzi "irá al Quirinale a ponerse a disponibilidad", reforzando la idea de que el Premier podría presentar la renuncia al presidente Sergio Mattarella en el palacio de Gobierno.
Con los ojos de Europa mirando a una Italia en la que el sistema financiero aún está pendiente del posible salvataje al Monte Dei Paschi de Siena, uno de los más antiguos del mundo, el ministro de Economía Pier Carlo Padoan debió llevar tranquilidad a los mercados a horas de la votación.

Un triunfo del "No" en el referéndum de reforma constitucional del próximo domingo no tendrá impacto en las finanzas públicas de Italia pero podría provocar 48 horas de "turbulencia en los mercados", aseveró en una entrevista publicada el pasado viernes.

Por su parte, el Movimiento Cinco Estrellas (M5E), una de las fuerzas en su oposición a la reforma, concluyó hoy su "Tour por el No", con el que recorrieron Italia criticando especialmente la elección semidirecta de los nuevos senadores y la concentración de poder para el gobierno central que supone la reforma.

El líder del Movimiento, Beppe Grillo, criticó hoy que "será un país dividido gane el no o el sí", en un marco en el que junto al M5E se encolumnaron en el rechazo a la reforma la Liga Norte de Matteo Salvini y Fuerza Italia del ex premier Silvio Berlusconi, quien durante las votaciones a lo largo de estos dos años había dado su apoyo legislativo a la ley.

Por el "sí", además de casi todo el PD, se expresó con fuerza la poderosa Confederación Indistruial Italiana (Confindustria), la mega asociación empresaria con más de 5 millones de socios en todo el país.