Luego de que el Estado Islámico quemara vivo al piloto jordano Muaz Kasasbeh, el rey Abdalá II de Jordania estaba de visita oficial en Estados Unidos pero suspendió su viaje y regresó para la ejecución de dos jihadistas, uno de los cuales, el EI exigía libre a cambio de la vida del periodista japonés Kenji Goto, ya asesinado.

El EI había pedido la excarcelación de Al Rishawi, condenada a muerte en Jordania, a cambio de la liberación de Goto y de perdonarle la vida a Kasasbeh, ambos bajo su cautiverio.

No obstante, las negociaciones se suspendieron el jueves después de que las autoridades de Ammán solicitaran una prueba de vida del piloto como condición para liberar a Rishawi, la cual nunca fue presentada por los yihadistas y la excarcelación no se llevó a cabo.

Las fuentes de seguridad jordanas agregaron que el ahorcamiento de los dos reos se produjo en la prisión de Suwaqa, 70 kilómetros al sur de la capital.

Al Rishawi fue encarcelada en Jordania en 2005 por participar, el 9 de noviembre de ese año, en una cadena de atentados contra tres hoteles en Ammán en los que murieron 60 personas.

Según una confesión televisada de la propia Al Rishawi, que en 2007 fue condenada a morir en la horca, su marido detonó la carga que llevaba adosada al cuerpo en una sala de un hotel, pero ella fue incapaz de activar el mecanismo de su cinturón explosivo.

Su liberación era una vieja exigencia jihadista.