Ester Mabel Franco y Marta Confalone Gregorian alcanzaron uno de los máximos escalafones de la Policía Federal. En el mismo acto, fueron ascendidos a altos rangos de la fuerza 40 hombres y por primera vez dos mujeres. Ellas confían en que pronto habrá una mujer como jefe de Policía.

El martes la Federal realizó la entrega anual de espadas y despachos. Confalone Gregorian –experta en narcotráfico e hija de un policía– y Franco –abogada y madre de dos hijas– ascendieron a comisario inspector y fueron recibidas en el estrado por el jefe y subjefe de la fuerza, Néstor Vallecas y Jorge Oriolo, y el secretario de Seguridad Interior, Sergio Lorusso.

Confalone Gregorian lleva más de 35 años en la Policía –tarea que califica como su "ilusión y vocación"–, pertenece a la primera promoción de oficiales que se abrió para mujeres en 1978 y está a cargo del Departamento Técnico del Narcotráfico. "El ascenso fue muy emotivo", señaló la flamante comisario inspector y agregó que tuvo que luchar para ganarse su lugar en la fuerza, ya que "el lugar no se regala, hay que demostrar la capacidad y que uno vale".

Ambas reconocieron que "en general en todos lados, no sólo en la Policía, a la mujer siempre le cuesta un poco más llegar" y consideran que a partir de esto las mujeres van ascender cada vez más rápido en la fuerza. “Confío en que llegará el día en que, como retirada, saludaré a una mujer jefe de Policía”, dijo convencida Franco.