Hace un año las fuerzas federales de Gendarmería y Prefectura nacionales se desplegaban sobre Rosario. Un 9 de abril de 2014 inolvidable, con ruido a helicóptero y filas de camiones en las calles. Del contundente despliegue –que incluyó detenidos y secuestros– quedaron 2 mil efectivos que a finales de diciembre se retiraron de la ciudad.

Consultado al respecto, el secretario de Seguridad de Santa Fe, Gerardo Chaumont, consideró que la Policía santafesina salió fortalecida de la experiencia y que pudo “tomar la posta” con éxito. Pero, admitió que los efectivos federales son necesarios.

En diálogo con el programa A Diario (Radio 2), el funcionario se refirió a la permanencia de Gendarmería en la ciudad: “Ha sido una gran ayuda, ya que permitió que el gobierno reestructurara y repotenciara sus fuerzas, para poder cumplir sus obligaciones mejor cuando se retiraran las federales”, observó y sumó: “La Gendarmería se fue después de haber sido una especie de paraguas bajo el cual se creó la Policía de Acción Táctica y se logró el ingreso masivo a la Policía Comunitaria”.

“Hubo una sensación de desprotección y algunos apostaban a eso pero no ocurrió, la Policía de Santa Fe cumplió acabadamente en reemplazar a los gendarmes y no se produjo el descalabro que algunos vaticinaban”, remarcó.

Sin embargo, no omitió la necesidad de contar con las fuerzas federales: “Sería importante tener 4 mil, 5 mil, 6 mil gendarmes, nadie niega que ese aporte sirva pero los federales no estaban para sustituir a la policía provincial”, dijo.