La fuga de una joven, quien logró evadir la custodia de un policía y perderse en una villa de emergencia en barrio Ludueña, generó el pase a disponibilidad del subjede de la comisaría 12ª, desde donde la chica iba a ser trasladada, sospechado de facilitamiento doloso (es decir facilitar en forma intencional la huida de la detenida). El policía que la custodiaba aseguró que no estaba esposada porque no cuentan con ese recurso.

Estefanía G. fue detenida el domingo, en el marco de una investigación por un robo. La joven, que tiene 19 años, quedó alojada en la comisaría 12ª, que está ubicada en Solís entre Casilda y las vías del tren; y su situación legal quedó a cargo de la Fiscalía de Flagrancia y Turno, con quienes debía cumplir una serie de trámites el lunes por la mañana. Es por eso que se dispuso su traslado en un patrullero.

El diario El Ciudadano publicó que el policía que la custodiaba aseguró que la joven –que no tenía puesta las esposas– le dio una patada y huyó cuando él le abrió la puerta del patrullero para que pudiera ir al baño, como ella pidió. La joven era buscada por la Policía de Investigaciones. En tanto, la responsabilidad del uniformado es investigada por la División Asuntos Internos de la Policía provincial.

El procedimiento presenta algunas irregularidades. Dos policías de la seccional de la zona oeste debían trasladarla a la Oficina de Gestión Judicial y, según fuentes del caso, la tarea quedó a cargo del subcomisario Federico W., junto a un subordinado, algo que está prohibido por los protocolos. En este caso debía intervenir una mujer policía, ya que los uniformados no pueden tocar a las presas.

Sin hacer caso a las reglas, los policías cargaron a la detenida en un patrullero y, según lo que contaron a sus superiores, antes de darle arranque al auto comenzaron los problemas: la muchacha les dijo que necesitaba ir al baño y ellos aceptaron su pedido.

Federico W. bajó del coche, abrió la puerta trasera derecha y se dispuso a acompañarla para que hiciera sus necesidades; pero la chica le dio una patada, salió corriendo y se metió entre los pasillos de la villa que está ubicada frente a la comisaría.

Siempre según lo que explicó el subcomisario, Estefanía ni siquiera tenía puestas esposas en sus muñecas, porque en la seccional no había disponibles.

Cuando los policías avisaron al Ministerio Público de la Acusación lo que había ocurrido, los fiscales notificaron a investigadores de la División Judiciales, desde donde se ordenó que Federico W. sea suspendido de su cargo, mientras se determina su responsabilidad en la fuga.