Los glúteos han sido reconocidos a lo largo de la historia como un componente erótico dentro de la anatomía femenina, e incluso, la masculina. Sin embargo, más allá de las connotaciones sexuales que pueda tener esta zona de nuestro cuerpo, resulta sorprendente que algunas investigaciones científicas realizadas recientemente ponen de manifiesto la relación que existe entre nuestra salud y el nivel de grasa que acumulamos en esa zona.

Tipos de glúteos

En general, pueden identificarse cuatro tipos de glúteos:

Circulares: Los glúteos circulares se componen de grasa en su parte superior, lo que, además de ser un toque muy sensual, también es sinónimo de buena salud. Eliminar esta grasa no solo es fácil, sino que puede lograrse con ejercicios sencillos y una dieta adecuada.

Triángulo invertido: No son pocas las personas en edad avanzada que presentan esta forma en sus glúteos. Este hecho se debe a que la grasa, alguna vez ubicada en la parte superior, ha descendido hacia otras partes debido a la carencia de estrógeno en nuestro organismo. Perder peso y alimentarnos responsablemente, nos permitirá proteger el corazón y evitar que la grasa continúe trasladándose hacia otras zonas.

Cuadrada: Las nalgas cuadradas son típicas de aquellas personas que presentan grasa en el abdomen. A su vez, unas caderas altas también le dan a nuestro trasero una forma cuadrada, por lo que el resultado final es un par de glúteos planos que podemos evitar tonificando nuestros músculos en esta zona a través de determinados ejercicios como verás más adelante en este artículo.

Forma de corazón: Se trata de glúteos moldeados que acentúan nuestra cintura y nos hacen lucir más sensuales. No obstante, debemos tener especial cuidado, pues la grasa acumulada, incluso en los muslos, puede terminar alojándose en nuestro abdomen. En estos casos, lo mejor sin duda es eliminar la grasa cuanto antes.

Fuente: saludalia.com