La infanta Sofía, segunda hija del príncipe Felipe de Borbón y tercera en la línea de sucesión a la Corona española, fue presentada por sus padres ante la Virgen de Atocha, en una breve ceremonia que ofició el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.

El repique de las campanas de la basílica donde se venera la imagen de la patrona de la Corte presidió su llegada al templo para la ceremonia.

La infanta, vestida con un faldón blanco, fue llevada en brazos por su madre, la princesa Letizia, ante la imagen de la Virgen para cumplir con una de las más antiguas tradiciones de la Familia Real española.

En el momento del ofrecimiento, el príncipe Felipe tomó en brazos a su hija y la sostuvo por la cintura mientras el cardenal Rouco pedía a la Virgen que recibiera y protegiera a la niña "como verdadera hija suya" y solicitaba que Sofía lleve siempre en el corazón el amor de nuestra señora, el de "sus padres y el amor a todos los españoles, especialmente a los más necesitados".

El coro de la basílica entonó seguidamente la Salve de Atocha y, tras la bendición final y apenas diez minutos después del inicio del acto, los príncipes, con la niña en brazos, abandonaron el templo.

En la entrada principal de la basílica, dos señoras ofrecieron a la princesa Letizia una medalla de la Virgen de Atocha, que la esposa de Felipe de Borbón colgó inmediatamente del cuello de su hija.

Los Príncipes de Asturias cumplieron así con una tradición de la Familia Real que se remonta al siglo XVII, y que hizo que el propio Felipe de Borbón, heredero de la Corona española, fuese presentado ante la Virgen a los pocos días de su nacimiento, al igual que sus hermanas, las infantas Elena y Cristina.

Nuestra Señora de Atocha fue proclamada protectora de la Familia Real y de la Monarquía española en 1643 por Felipe IV, aunque esta devoción se remonta al rey Alfonso VI, en el siglo XI, en el que se calcula que fue construido el primer templo.

La imagen de la Virgen de Atocha, que lleva una diadema simple en la cabeza, está en actitud sedente, sobre un trono y sujeta al Niño con la mano izquierda, mientras que con la derecha sostiene una manzana, signo de la Redención.

La infanta Sofía, que nació el pasado 29 de abril y que dentro de diez días cumplirá cinco meses, es la octava de los nietos de los Reyes y lleva ese nombre, que significa "sabiduría", en honor de su abuela paterna, la Reina de España.

Tras su padre y su hermana mayor, la infanta Leonor, es la tercera en la línea de sucesión a la Corona española.