Iacub sostiene que en este nuevo escenario de vejeces que salen de la vida privada las respuestas son múltiples pero en todos los casos el especialista identifica a la jubilación como "uno de los momentos de transición más importantes en la vida de la persona que se podría caracterizar con dos palabras: oportunidad y desorientación".

Anotarse en un voluntariado, viajar, estudiar, leer, armarse un taller en la casa, aprender a bailar, cuidar a los nietos o no hacer nada de lo anterior porque nada es un deber para la persona que se jubila, señala Iacub quien advierte que "es necesario pensar con anterioridad esta etapa de la vida para encontrar un proyecto que guíe el deseo".

"Hay una cuestión que es propia del ser humano que es ¿hacia dónde voy? Desde que nacemos tenemos horizontes que nos ordenan: estudiar, trabajar, no tenemos tantas alternativas, pero, ¿qué 'debemos' hacer cuando nos jubilamos? Nada", señala Iacub, autor del reciente libro "Todo lo que usted siempre quiso saber sobre su jubilación y nunca se animó a preguntar"

Este 'nada' como respuesta al 'deber' se contrapone con las infinitas posibilidades que se abren al jubilarse.

"Trabajar nos enlaza con virtudes reclamadas por esta sociedad: ser útil, valioso, productivo, y la jubilación nos deja afuera de estos valores y nos da un horizonte no muy prometedor". "Más allá de que nos puede cansar o aburrir, de que es rutinario, trabajar nos enlaza con virtudes que son reclamadas por esta sociedad: ser útil, ser valioso, ser heroico, ser productivo", describe el especialista.

Y continúa: "La jubilación nos deja afuera de estos valores y nos otorga un horizonte que no es muy prometedor o, por lo menos, no tiene muy buena fama: el ingreso a ser adulto mayor".

Profesor de la Facultad de Psicología de UBA y uno de los más reconocidos psicogerontólogos nacionales, Iacub trabaja desde hace años con personas mayores tanto en su consultorio como a nivel comunitario y ha sido un pionero en la difusión de la "nueva vejez" o, en sus palabras, de "las nuevas vejeces".

"En los últimos años las personas mayores han ganado una territorialidad en las universidades, en los voluntariados, en el espacio público en general que les ha dado un sentido de vida, que los hace reafirmarse en pensar que no están 'pasando' esos años, sino que los están viviendo", señala.

Muchos son los factores que incidirán en cómo la persona afronte su jubilación, entre ellas, el especialista enumera el género, el poder adquisitivo, las redes sociales que haya construido a lo largo de su vida, el nivel educativo, etc.".

"Las mujeres reportan menos conflictividad ante la jubilación que los varones por una razón sencilla: a lo largo de su vida tuvieron que afrontar el trabajo afuera a costa de mantener además el trabajo dentro de su casa", describe.

Y continúa: "la jubilación aparece entonces como un reparo histórico de tener que dejar una de sus múltiples tareas y, por otro lado, la mujer desarrolla en su vida mayores habilidades sociales justamente por haber tenido que hacer otras tareas, además de trabajar".

"En el varón, en cambio, existe una demanda de que más allá del deporte, donde se demuestra la virilidad es en el trabajo, esto pasa más que nada en las clases medias, y, entonces, cuando ya no trabaja afuera siente que ha perdido su lugar en la sociedad", detalla.

En referencia a la situación socioeconómica, Iacub identifica que "para los sectores más pobres 'reinventarse' será mucho más difícil, no sólo porque cuentan con menor poder adquisitivo, sino porque tienen menos recursos educativos y sociales y esto les dificulta la apertura a otras actividades".

Otro aspecto de la jubilación tiene que ver con su impacto en las relaciones conyugales: "El último censo arrojó que es el grupo etáreo en el que más crecieron los divorcios. No obstante esto no es lo más habitual, sino que lo que más sucede es que las parejas se afianzan, se redescubren, se rearman, pero nunca quedan iguales", sostiene.

Iacub describe que "los nietos constituyen sin dudas un lugar en el que muchas personas que se jubilan encuentran un nuevo rol y es saludable, en la medida que sea una elección de la persona mayor y no una imposición de sus hijos o hijas".

De los numerosos cursos prejubilatorios que el psicogerontólogo ha brindado, la preocupación acerca de la trascendencia en el lugar de trabajo es un sentimiento que él destaca como común.

"Nosotros trabajamos en esto ¿qué de mi va a quedar? y lo tratamos de dar vuelta, de pensar ¿qué te vas a llevar?, porque esto no depende de la mirada de los otros", asegura.

El desarrollo de un proyecto de vida, de una rutina mínima que ordene el cotidiano son algunas de las recomendaciones, además de comenzar a pensar en el tema antes de que suceda A lo largo de las páginas de "Todo lo que usted..." Iacub vuelca experiencias de personas comunes que han podido rearmar su vida como jubilados, aunque sin obviar en este relato, las sensaciones de crisis por las que atravesaron.

"Una mujer que se volcó al voluntariado, el que se construyó un taller dentro de la casa para tener un espacio diferenciado de la mujer, la que empezó a estudiar, el que se hizo religioso, el libro no da una solución sino que muestra múltiples experiencias de cómo se arregló cada uno para salir adelante", cuenta.

Y afirma: "Son muy pocas las personas que piensan qué van a hacer después de jubilarse, hay personas a las que le faltan meses para cumplir los años y no saben ni que tienen que hacer el trámite".

"Cuando uno les pregunta dicen cosas efímeras como viajar o dormir, pero hay un pensar interno que la gente no verbaliza que es ese día a día, ¿cómo contás que no sabés qué vas a hacer cuando ya no seas el que sos ahora?”, describe.

El desarrollo de un proyecto de vida, de una rutina mínima que ordene el cotidiano son algunas de las propuestas del especialista pero, fundamentalmente, el comenzar a pensar en el tema antes de que suceda puede ser una forma de evitar un efecto desestabilizante.

"Cuando una persona trabaja planifica su fin de semana, sobre todo su domingo. Es central realizarse las preguntas y pensarse más allá del trabajo. Sobre todo porque la jubilación es un domingo que puede durar 30 años", concluye.

Fuente: Telam