Se buscó establecer las alteraciones genéticas producidas por la música clásica, analizando la sangre de un grupo de 48 personas antes y después de escuchar el concierto para violín #3 deMozart. Lo que se descubrió fue que escuchar música clásica asiduamente aumenta la actividad de los genes implicados en la secreción de dopamina, la neurotransmisión sináptica, el aprendizaje y la memoria.

Además, según algunos científicos, escuchar música clásica ayuda a hacer menos activos los genes involucrados en la degeneración del cerebro y del sistema inmune, disminuyendo el riesgo de contraer enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o la demencia senil. 

Las enfermedades neurodegenerativas son aquellas que afectan varias actividades que el cuerpo realiza como el equilibrio, movimiento, hablar, respirar y funciones de corazón, muchas de ellas, de naturaleza genética. Si bien muchas veces las causas se desconocen, se pueden deber a problemas de alcoholismo, un tumor o un ataque cerebrovascular (ACV). La mayoría de las veces no tienen cura, y a su vez pueden poner la vida en peligro. Algunas enfermedades neurodegenerativas pueden ser Alzheimer, Esclerosis Lateral Amiotrófica, enfermedad de Huntington, enfermedad de Parkinson, ataxia de Friedreich, entre otras.

Escuchar música representa una compleja función cognitiva del cerebro que provoca varios cambios neuronales y fisiológicos, pero hasta el nuevo estudio de la Universidad de Helsinki, solamente se habían estudiado sus efectos a nivel molecular. Estos efectos genéticos se detectaron solamente en aquellos participantes muy aficionados a la música o a músicos profesionales, destacando la importancia de que la música resulte algo muy familiar.

Pájaros que cantan

Además, varios de los genes analizados que se activan cuando se escucha música, están presentes en los pájaros cantores y estos genes son los resposables de que este tipo de aves aprendan a cantar. Según los científicos, esto se debe a que hay un trasfondo evolutivo común en la percepción de los sonidos entre los pájaros y los humanos. Los resultados del estudio realizado por la Universidad de Helsinki, dio a luz nueva información sobre el origen molecular de la percepción musical y la evolución, y abren la puerta a nuevos descubrimientos acerca de los mecanismos moleculares subyacentes en la musicoterapia.

Fuente: noticias.universia.com.ar