El juez de la causa contra Sebastián Pira dictó la prescripción del caso, tras 17 años. El autor de las muertes de María Celeste Haiek y Daniela Caruso sigue prófugo y nunca pisó la cárcel. La medida del juez Gustavo Pérez de Urrechu fue apelada por la Fiscalía y queda en manos de la Cámara de Apelaciones la decisión sobre si se confirma o no el cierre definitivo de la investigación. 

La fiscal del caso, Ana Rabin, dijo en diálogo con el programa La marca de la almohada, de Radio Universidad, que la resolución del juez de primera instancia es de diciembre y que ella apeló en el momento la medida. La sala 3 de la Cámara de Apelaciones debe resolver ahora la cuestión, pero aún no analizó el tema. 

Rabin explicó que el Ministerio Público, “a través de infinidad de pedidos de informes a Holanda, demostró que sí le interesa dar con el paradero del imputado mas allá del resultado de las diligencias procesales”. “Por eso entendemos que no puede hacerse lugar al sobreseimiento por prescripción”, enfatizó.

Durante la madrugada del 2 de marzo de 1997, Sebastián Pira, quien entonces tenía 21 años, conducía un Ford Galaxy por calle Salta en dirección al centro de la ciudad, a una velocidad estimada en 130 kilómetros por hora. Al cruzar Oroño atropelló a María Celeste Haiek, de 22 años, y a Daniela Caruso, de 16.

La primera de las chicas murió en el acto por el golpe que recibió. La segunda alcanzó a sobrevivir unos segundos y, según testigos y las pericias que se hicieron durante la instrucción de la causa, quedó aferrada al capó del auto. Pero Pira, lejos de detenerse, le imprimió mayor velocidad al vehículo. Así llegó hasta la esquina de Salta y Balcarce, donde se detuvo en forma brusca. Caruso entonces cayó al pavimento y Pira literalmente le pasó con el auto por encima. Según la autopsia, la menor murió en ese instante.

Sebastián Pira fue imputado de homicidio culposo en el caso de Haiek y de homicidio simple en el caso de Caruso. Pero se dio a la fuga. 

Dos años después de su fuga, Interpol lo interceptó en Holanda, cuando intentaba subir a un avión que tenía como destino Tel Aviv. Mientras aguardaba el final del juicio de extradición, quedó con un arresto domiciliario y volvió a escapar.

En 1999, antes de que Pira apareciera en Amsterdam, la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) buscó al joven conductor en la capital de Misiones pero tampoco dieron con él. También se analizó la posibilidad de que estuvo en varios países, incluso en China.

En 2009 se conoció que la Justicia rosarina había declarado la prescripción de la acción penal sobre Sebastián Pira por el homicidio simple de Daniela Caruso. Pero la Cámara Penal revocó el auto de prescripción, por lo cual se mantenía hasta ahora la captura internacional por este delito.

En 2011, a requerimiento del juez Gustavo Pérrez Urrechu, llegó desde Holanda un informe sobre la situación de Pira con la Justicia de ese país. Inmediatamente la Corte provincial autorizó que lo tome un traductor y el magistrado esperaba conocer el contenido.