"Muchas veces parece difícil mantener una alimentación saludable en época de vacaciones, porque es un momento en el que solemos modificar nuestras rutinas y horarios de comida. Se vuelve común almorzar en la playa, el río o la pileta, al aire libre, fuera de casa, y en esas ocasiones la 'heladerita' se convierte en una verdadera aliada", afirma la nutricionista de la FCA María Florencia Roa.

La especialista recomendó "reemplazar la típica bebida gaseosa y los sándwiches de jamón y queso, integrando a los más chicos en la preparación diaria"."Tampoco se trata de eliminar algún gustito o permitido, pero debemos recordar que nuestra salud no se toma vacaciones y para nuestro cuerpo es importante siempre recibir el combustible de mejor calidad", apuntó.

Roa enfatizó la importancia de que los chicos continúen con sus rutinas diarias, incluso las alimentarias: "el verano no tiene por qué suponer un cambio de hábitos, ya que las necesidades nutricionales son las mismas a lo largo de todo el año, si bien la selección de alimentos puede variar", dijo.

"El desorden que generalmente hacemos con nuestros hábitos alimentarios durante el verano, muchas veces se refleja en malestar gástrico y problemas intestinales, sobre todo si tratamos de cuidarnos previamente para llegar a la playa en forma", apuntó.

La especialista detalló que "abandonar radicalmente las buenas costumbres alimentarias hace que luego cueste mucho retomar, y los 10 o 15 días de 'permitidos' se transforman en un par de meses, acompañados de unos cuantos kilitos más en la balanza".

"Para muchos las vacaciones son sinónimo de sedentarismo, pero las largas y hermosas playas que tenemos en nuestro país, o las vistas desde la montaña, son marcos ideales para largas caminatas.

Los juegos de playa o deportes acuáticos son también posibilidades para divertirnos, compartir momentos y compensar aunque sea un poco el aumento de calorías consumidas en este período", subrayó. Y agregó: "Por eso desde la FCA brindamos consejos para armar viandas completas, que gusten a chicos y grandes y no pierdan de vista los nutrientes y la hidratación necesarios para esta estación".

En cuanto a la hidratación, se recomienda beber de dos a tres litros diarios de agua: "El teteré también es una infusión muy popular en verano, como reemplazo del mate con agua caliente, mientras la charla va y viene. Recomendamos prepararlo con jugo de naranja natural sin azúcar o con jugos en polvo dietéticos", alertaron.

"Para el almuerzo, las tortillas de maíz con frescos ingredientes son muy prácticas y fáciles de preparar. Podemos armarlas con queso port salut light, rúcula, palmitos y palta, o con zanahoria, huevo duro y espinaca con queso blanco", señaló Roa.

La nutricionista advirtió que otra buena opción son las ensaladas, "que mientras más colores tengan, más nutritivas serán. Se pueden llevar varios tápers con los ingredientes lavados y cortados para que cada uno se prepare la suya, como trocitos de pollo o carne cocidos, una lata de atún o sardinas con champignones frescos, morrones, tomates cherries, apio, radicheta o nueces picadas para darle un toque crocante".

"Las frutas siempre son una buena opción en todas sus versiones. La clásica ensalada de frutas nos refresca, y en la heladerita se conserva bien. Al igual que con las ensaladas en las frutas, la variedad de colores refleja variedad de nutrientes", continuó.

Roa comentó que otra alternativa como colación son los huevos duros "o los tan playeros choclos, pero sin manteca"."También se puede consumir yogurt descremado firme o bebible, gelatina y frutos secos como nueces, almendras o castañas de cajú -de cinco a diez unidades-, que son muy buenas opciones en este momento", completó.

Para la tarde, se sugiere optar por vainillas, galletitas de bajo tenor graso, pan de semillas o galletas de arroz, en lo posible sin superar las tres unidades."Si queremos tomar un helado también podemos hacerlo, aunque siempre es preferible elegir los helados light o palitos de agua", precisó.

Fuente: Telam