Después de una mañana sofocante con sensación térmica superior a los 41 grados, la lluvia se desató sobre Rosario e hizo descender los registros. La temperatura a las 14 bajó a 27.5 grados y la región se mantenía en alerta por tormentas intensas.

El parte climático del SMN indica que ante la entrada de una masa de aire húmero y muy inestable en la región, se registrarán abundantes precipitaciones en cortos períodos de tiempo, ocasional caída de granizo y fuerte actividad eléctrica. 

Además, el pronóstico extendido informa que las precipitaciones continuarán al menos hasta el viernes en la ciudad, aunque no se descartan mejoramientos temporarios. Las temperaturas se mantendrán elevadas, por encima de los 30 grados a la tarde.