La higiene oral juega un papel muy importante en el cuidado de la salud general. Un aspecto que, común para toda la población general, deben tener especialmente en cuenta las mujeres embarazadas. No en vano, y de no ser adecuadamente tratadas, las enfermedades bucodentales pueden comprometer la salud no solo de la propia gestante, sino también del futuro bebé. De ahí la importancia de un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Odontología de la Universidad de Alabama en Birmingham (EE.UU.), en el que se constata la mayor incidencia de la gingivitis durante el embarazo, según comunica el portal abc.es.

Concretamente, el estudio, presentado en el marco de la Reunión Anual 2016 de la Asociación Internacional de Investigación Odontológica (IADR) celebrada recientemente en Seúl (Corea del Sur), muestra la mayor susceptibilidad de las mujeres embarazadas a padecer gingivitis de grado moderado a severo, incidiendo así en la necesidad de extremar la higiene bucodental durante la gestación para así evitar posibles complicaciones asociadas al embarazo.

Como explica Michael Reddy, director de la investigación, «la sabiduría convencional establece que la inflamación gingival se incrementa progresivamente a lo largo del embarazo y que recupera unos niveles normales tras el parto».

Minimizar los riesgos

La gingivitis es una enfermedad causada por una bacteria y caracterizada por la inflamación y sangrado de las encías. Una enfermedad que, de no ser tratada, puede derivar en la aparición de la periodontitis, esto es, la consabida ‘enfermedad de las encías’ –comúnmente conocida como ‘piorrea’–, que puede resultar especialmente peligrosa en el embarazo. Y es que como han demostrado numerosos estudios han demostrado, la periodontitis durante la gestación se asocia con un mayor riesgo de, entre otras complicaciones, preeclampsia y parto prematuro.

Por tanto, el objetivo del estudio fue evaluar el efecto del cuidado oral diario avanzado sobre la gingivitis en la gestación. Y para ello, los investigadores contaron con la participación de 817 mujeres que se encontraban entre la octava y vigesimocuarta semana de embarazo.

Los resultados mostraron que, si bien la gingivitis permanece relativamente estable durante el primer y segundo trimestres de embarazo, hasta un 81,5 % de las participantes –o lo que es lo mismo, 666 gestantes– presentaban un mínimo de 30 puntos de sangrado gingival.

Es más; el nivel de inflamación de las encías asociado a la gingivitis fue mayor en las gestantes más jóvenes. Todo ello a pesar de que, como recuerda Michael Reddy, "la mayoría de enfermedades periodontales tienen a aumentar en intensidad según se incrementa la edad. Así, nuestros resultados podrían indicar una falta de exposición a ciertos microbios en estas mujeres".