El empresario Lázaro Báez se presentó este jueves a declaración indagatoria en la causa donde está imputado por supuesto lavado de activos, dejó un escrito de una veintena de carillas y se negó a contestar preguntas ante el juez federal Sebastián Casanello. Se despegó además de acusaciones sobre la compra, supuestamente irregular, de un campo en Mendoza, y habló de su relación con Leonardo Fariña y Federico Elaskar.

Báez llegó a los tribunales de Comodoro Py 2002 del barrio porteño de Retiro minutos antes de las diez con dos abogados e ingresó por una cochera lateral ubicada en el subsuelo del edificio para dirigirse directamente al cuatro piso, sede del juzgado.

La declaración se realizó en una secretaría del juzgado, frente a Casanello y al fiscal del caso Guillermo Marijúan, informa la agencia Télam.

Una vez notificado de las acusaciones en su contra, relativas a supuestas maniobras de lavado de activos a raíz de la compra venta dudosa de campos en Mendoza, Báez explicó al juez que consideraba que el escrito respondía todas las preguntas.

Incluso, aclaró, la presentación hizo referencia a esa acusación puntual y a la causa en general abierta en su contra tras las declaraciones de los ya procesados Leonardo Fariña y Federico Elaskar.

En el escrito, Báez criticó al fiscal Marijuán, detalló hasta dónde llegaba su vínculo con Fariña y negó los cargos, según fuentes judiciales.

El empresario estuvo 40 minutos en el juzgado de Casanello y se retiró de los tribunales en su camioneta sin hacer declaraciones.

Casanello deberá ahora resolver su situación procesal junto a la de otros imputados pero antes, según las fuentes, dispondrá nuevas medidas de prueba y ordenará ampliaciones de indagatorias.

También está en marcha un peritaje contable patrimonial sobre todas las personas físicas y jurídicas implicadas.

Los campos de Mendoza fueron adquiridos por Fariña en diciembre de 2010 por cinco millones de dólares y dos años después se vendieron en 1.800.000 dólares.