Los hechos ocurridos en las diferentes localidades del conurbano bonaerense entre las que se destacaron Ezeiza y Rafael Castillo, en relación al tendido de redes de alta tensión han agudizado el interés por investigar la relación entre los campos eléctricos y magnéticos emitidos por dichas redes y la Leucemia infantil.

El gobierno de Suecia, basándose en las investigaciones de Lenmart Tomenius, ha reconocido en su legislación la incidencia de los campos electromagnéticos generados por las líneas de alta tensión en la estadística de los casos de leucemia infantil.

Desde que en 1979, Wertheimer y Leeper sugirieron la existencia de una asociación entre la presencia de líneas eléctricas de alta tensión en las cercanías de los domicilios y la incidencia de leucemias y otros tipos de cáncer en niños, se ha generado una ingente cantidad de bibliografía sobre los posibles efectos en la salud de los campos electromagnéticos de frecuencia extremadamente baja. Periódicamente han ido apareciendo revisiones realizadas por grupos de expertos, que han tratado de evaluar si los estudios publicados ofrecen evidencias de una relación causal entre campos electromagnéticos y efectos sobre la salud y el medio ambiente.

Los resultados aportados por el conjunto de los estudios epidemiológicos muestran importantes discrepancias. El análisis de los estudios publicados hasta 1996 sugería un ligero incremento del riesgo para el caso de la leucemia infantil asociada a las viviendas clasificadas, según el código de cables, dentro de los grupos de configuración más alta, pero no para el resto de los cánceres infantiles.

Sin embargo, este exceso no ha podido ser confirmado a partir de los resultados de los estudios que han estimado la exposición por medios diferentes (medidas directas del campo magnético, reconstrucción retrospectiva de los valores de campo y distancia a las instalaciones eléctricas) que constituye el estudio realizado en 1997 por el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, considerado el más amplio de los publicados.





Esta investigación, que analizó 638 casos de leucemia infantil ocurridos en nueve estados diferentes y que utilizó, además del código de cables, los métodos de caracterización de la exposición más precisos disponibles (medidas del campo medio ponderado durante 24 horas en las habitaciones de los niños y medidas puntuales en diferentes áreas de la vivienda y en su exterior), no halló un incremento en el riesgo de leucemia infantil asociado a las medidas del campo magnético efectuadas, ni a las viviendas caracterizadas por la configuración de cables más alta.

Hasta el momento no se han podido identificar los factores que pudieran explicar la asociación hallada en algunos estudios entre código de cables y leucemia infantil.
Sin embargo, hace pocos días, un informe de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, reveló que los niños que viven a menos de 200 metros del tendido eléctrico de alta tensión tienen más posibilidades de contraer leucemia, el estudio indicó que los campos electromagnéticos generados por esas líneas pueden amenazar la salud, según la página de internet de esa universidad.

Los investigadores aclararon que sus resultados no son concluyentes y que sólo buscan estimular nuevas investigaciones para medir con más exactitud los posibles efectos de los campos electromagnéticos en la salud humana.

"Para el estudio analizamos todos los casos de leucemia entre niños y adolescentes de 0 a 19 años notificados en el Registro de Cáncer del municipio de Sao Paulo entre 1997 y 2004", dijo la bióloga Ciliane Matilde Sollitto, coordinadora del proyecto.

"De los 1.709 casos registrados, pudimos georreferenciar 693, es decir ubicar el local de residencia del paciente en el mapa de la ciudad", agregó.

Los investigadores también elaboraron mapas de Sao Paulo, la mayor ciudad brasileña, con la identificación de las diversas zonas de la ciudad según su proximidad o distancia de las líneas de transmisión de energía eléctrica. En cada una de esas zonas fue determinada la posible influencia de los campos electromagnéticos con relación a los casos de leucemia y a la densidad poblacional.

El cruce de los datos de las zonas con mayores campos electromagnéticos y de los casos de leucemia localizados geográficamente mostró que la posibilidad de una mayor incidencia de la enfermedad en las áreas situadas a hasta 200 metros de las líneas de transmisión.

En estas áreas fue calculada una incidencia de 22,66 casos de leucemia infantil por cada 100.000 habitantes, por encima de la incidencia normal en toda la ciudad de Sao Paulo, que es de 19,34 casos por cada 100.000 habitantes.

"Es necesario investigar con más profundidad este tipo de causa de la enfermedad", dijo Sollitto. "Como la leucemia infantil puede ser curada en cerca del 85 por ciento de los casos, es necesario obtener datos más precisos sobre su incidencia y no apenas sobre el número de muertes", agregó.

Fuente: Infancia Hoy