Bajo una intensa lluvia y fuertes ráfagas de viento, Los Pumas cayeron por 21 a 5 ante Nueva Zelanda, por la tercera fecha del Personal Rugby Championship, en el Westpac Stadium de la ciudad de Wellington. El equipo argentino hizo un buen partido, con mucha concentración, pero no pudo sostenerlo la actitud durante los 80 minutos y en el final los All Blacks sacaron diferencia. Desde el juego, fue otro paso adelante. Pero otra vez el conjunto nacional no puede plasmar su por momentos buen funcionamiento en el resultado.

Los Pumas jugaron los primeros 40 minutos con el viento en contra, condición que fue determinante para que los locales tuvieran mayor posesión de la pelota y gran presencia en terreno argentino.

Con el objetivo de sumar en cada ataque, los All Blacks tuvieron su primer penal a favor a los 4 minutos, pero Aaron Cruden (que reemplazó al lesionado Carter), no pudo sumar de a tres en su primer intento.

Algunos problemas en la obtencion en el line del equipo argentino, derivaron en un segundo penal que esta vez Aaron Cruden no desperdició, anotando los primeros tres puntos del partido cuando se jugaban diez minutos.

La respuesta argentina no se hizo esperar y tras la salida de mitad de cancha y fruto de la presión, Rodrigo Roncero anotó el primer try del partido. La conquista llegó cuando los locales lanzaron juego a los backs, en sus propios cinco metros defensivos. Ma´a Nonu perdió la pelota y en una rápida reacción, se armó el contraataque que finalizó en el extremo derecho del ataque Puma, con el pilar anotando al desprenderse de un ruck.

Los All Blacks siguieron intentando llegar al ingoal argentino, abriendo toda la cancha y utilizando salteos a los centros y wings, encontrándose una y otra vez con una buena defensa, ordenada e implacable que generó muchos errores en el manejo de la pelota por parte de los kiwis.

Ante la imposibilidad de vulnerar el ingoal de Los Pumas, Aaron Cruden sumó un nuevo penal a los 23 minutos y puso a su equipo al frente por 6 a 5.

La paciencia y la inteligencia de los jugadores argentinos fue una constante de la primera parte, para controlar los ataques y sobre todo, para generar contraataques profundos que lograron incomodar a los dueños de casa en varias oportunidades.

La segunda etapa comenzó con los All Blacks nuevamente en posesión de la pelota e instalándose en campo rival, pero sin poder encontrar la manera de hallar el hueco en la defensa argentina.

Los dueños de casa tuvieron que apelar a la patada de Aaron Cruden para sumar de a tres sobre los 20 minutos y poner el score 9-5. Los Pumas respondieron con un buen ataque tras la salida, y se vieron favorecidos con un penal que no pudo convertir el rosarino Martín Rodríguez Gurruchaga.

Sobre los 28 se produjo una curiosa jugada cuando Julio Farías se fue amonestado. Cruden buscó los palos, pero la pelota pegó en los dos postes y Carizza tomó el rebote para luego despejar.

El entrenador kiwi, Steve Hansen, fue buscando variantes y con el ingreso de Piri Weepu logró otro ritmo y más agresividad en el ataque a los locales. Tanta presión y vocación de ataque tuvo premio para los All Blacks, cuando a quince minutos del final una liberación rápida de un ruck y un dinámico traslado de la pleota a los backs, terminó con Julian Savea vulnerando el ingoal de Los Pumas por primera vez.

Con el resultado 14-5 a favor, los locales se encontraron más cómodos y definitivamente instalados en el campo argentino, buscando ampliar la diferencia y lo lograron a través de un try de Cory Jane que pondría el 21 a 5 definitivo.

El próximo sábado a las 7 de la Argentina, Los Pumas enfrentarán a los Wallabies en el Skilled Park de Gold Coast, por la cuarta fecha del Personal Rugby Championship.