Cada vez hay mas estudios que hablan de los beneficios de la lactancia materna. El último lo publica mañana “The Lancet” y señala que la leche materna está relacionada con una mayor inteligencia en la edad adulta, una escolarización más larga y mejores ingresos de adultos mayores. El trabajo, realizado en la Universidad de Pelotas (Brasil), ha hecho un seguimiento de un grupo de casi 3.500 recién nacidos durante 30 años. “Sabíamos los beneficios de la lactancia en el desarrollo del cerebro y la inteligencia del niño, pero no si estos efectos persisten en la edad adulta” explica el autor principal, Bernardo Lessa Horta.

Según los investigadores, el estudio proporciona la “primera evidencia” de que la prolongación de la lactancia materna no solo “aumenta la inteligencia” al menos hasta los 30 años de edad, sino que también tiene un impacto tanto a nivel individual y social, mejorando el “nivel de educación”.

En opinión de Lessa, lo que distingue a este estudio es “en la población estudiada, la lactancia materna no era más común entre las personas con mejor nivel educativo o aquellos con mayores ingresos económicos, sino que se distribuye de manera uniforme por las diferentes clases sociales”. Y añade que, al contrario que estudios anteriores que han sido criticados por no separar el efecto de la lactancia materna del estatus socioeconómico, “en nuestro trabajo sí se tuvieron en cuenta”.

Durante 30 años

Así, Horta y su equipo analizaron los datos de un estudio prospectivo de cerca de 6.000 niños nacidos en Pelotas en 1982. Los expertos tenían información sobre la lactancia en sus primeros años y, a los 30 años, todos ellos se sometieron aun test de inteligencia (Wechsler Adult Intelligence Scale). Además, los investigadores recgieron información sobre sus logros educativos y sus ingresos.

Los expertos solo recogieron información sobre el coeficiente intelectual y la lactancia materna de 3.493 participantes. Los investigadores los dividieron en cinco grupos en función del tiempo durante el cual fueron amamantados cuando eran bebés, y asimismos controlaron 10 variables sociales y biológicas que podrían contribuir al aumento del cociente intelectual, incluyendo la renta familiar al nacer, el nivel socioeducativo de los padres, el tabaquismo materno durante el embarazo, la edad, el peso al nacer, y el tipo de parto.

Y a pesar de que el estudio mostró un aumento de la inteligencia de adulto, una mayor y mejor educación y de los ingresos económicos de adultos en todos los grupos, aquellos que tomaron leche materna durante más tiempo (hasta 12 meses) obtenían mayores beneficios. Por ejemplo, un bebé que había sido amamantado durante al menos un año tenía cuatro puntos más en su coeficiente intelectual, 0,9 años más de escolaridad y unos ingresos de 341 reales (1193 pesos aprox.) más al mes a la edad de 30 años que los lactantes amamantados durante menos de un mes.

El mecanismo subyacente probable de estos efectos beneficiosos es la presencia de ácidos de cadena larga grasos saturados (DHA) que se encuentran en la leche materna

Horta cree que “el mecanismo subyacente probable de los efectos beneficiosos de la leche materna en la inteligencia es la presencia de ácidos de cadena larga grasos saturados (DHA) que se encuentran en la leche materna, y que son esenciales para el desarrollo cerebral”.

En un comentario que acompaña al trabajo, Erik Mortensen, de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), afirma que «con la edad, los efectos de los factores de desarrollo tempranos podrían haberse diluido a causa de los efectos de los factores ambientales posteriores, pero también mejorarse, porque afecta a la capacidad cognitiva ligada a os logros educativos y ocupacionales. Pero este estudio sugiere que los efectos de la lactancia materna en el desarrollo cognitivo persisten en la edad adulta, y esto tiene importantes implicaciones para la salud pública».

 

Fuente:ABC SALUD.com