El ejercicio físico moderado tiene efectos positivos en el bienestar en general y, en particular, en la función y la salud del cerebro, pero ¿se heredan de padres a hijos estos beneficios cognitivos? Un nuevo estudio publicado en ratones en 20minutos asegura que sí.

Investigadores del Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han demostrado que los beneficios cognitivos del ejercicio físico moderado —40 minutos al día de carrera a velocidad muy moderada— son heredados por las crías y que estas, aun siendo sedentarias, los mantienen a lo largo del tiempo.

"Tienen más neuronas, las mitocondrias —orgánulos celulares encargados de suministrar energía a las células— están más activas, sufren cambios de expresión en los genes al igual que sus padres y, como consecuencia, aprenden y memorizan mejor, también como sus progenitores", resume a Efe José Luis Trejo, líder de este estudio.

Los resultados se publican en la revista PNAS, en un artículo en el que también participan el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, el Centro Nacional de Análisis Genómico (Barcelona), el Instituto Nacional de Tecnología Agraria y Alimentaria, la Universidad de Valencia, la de Sevilla y la de Cambridge.

Todos los experimentos se han hecho en ratones —solo machos— y se han replicado en tres modelos experimentales distintos: se han comparado crías sedentarias de padres sedentarios con las crías de padres ejercitados, pero también se han contrastado las camadas de padres sedentarios con las camadas de los mismos padres después de un programa de ejercicio físico de varias semanas.

Los beneficios del ejercicio físico para el cerebro son bien conocidos; por ejemplo, se sabe que modelos de ratón de envejecimiento y de la enfermedad de Alzheimer recuperan memoria y mejoran el funcionamiento cerebral al ponerse a hacer ejercicio, detalla Trejo. "Ahora, hemos determinado que lo favorable del ejercicio físico sobre la salud general del cerebro se hereda de padres a hijos".

Habría que ver, continúa Trejo, si en la siguiente generación de ratones, que ya sería la tercera, estos beneficios persisten, y ese es el experimento que estamos haciendo ahora", concluye este científico, quien indica que también corroborarán sus resultados con las madres.