Los pacientes que sufrieron accidentes viales superan a los heridos por armas entre las camas de la terapia intensiva del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Aunque la cantidad de accidentes viene en descenso en la ciudad, son estos pacientes –muchos con serias lesiones– los que en su mayoría deben recibir una atención médica especializada que cuesta, por día, a unos 18 mil pesos.

En la crónica policial cotidiana se destaca la sucesión de hechos de inseguridad y de violencia cuyo desenlace es fatal o bien, implica uno o más personas heridas con armas de fuego o armas blancas. A pesar de que los medios de comunicación y la percepción ciudadana indican que existe un recrudecimiento de este tipo de casos, desde la Municipalidad de Rosario aseguraron que son más los lesionados en siniestros viales, según lo que evidencia la sala de terapia del Heca, cuya ocupación lideran.

Consultado al respecto por Rosario3.com, Juan Becerra, coordinador en servicios de salud de la Municipalidad de Rosario, explicó que el 60 por ciento de los pacientes de terapia del Heca son personas que padecen algún tipo de enfermedad o disfunción mientras que el restante 40 por ciento, está integrado por quienes padecieron lo que se denomina como “hechos violentos”, es decir, siniestros viales, heridas por armas, golpizas, caídas en altura, etcétera. “De este porcentaje, entre un 25 y un 30 por ciento ingresaron por siniestros viales”, observó y advirtió al respecto: “Este panorama se da a pesar de que existe un descenso de los accidentes de tránsito en la ciudad”. Hace unos meses atrás, la Municipalidad difundió un informe anual sobre colisiones de tránsito con y sin lesionados en Rosario en que se establecía que entre 2013 y 2014 hubo 9.616 siniestros menos.

“En 2011, por ejemplo, el porcentaje de ingresos a terapia por hechos violentos era del 60 por ciento. Hoy, este 40 por ciento está conformado en gran parte por pacientes que sufrieron siniestros viales que, afortunadamente, son cada vez menos graves debido a la concientización en la reducción de la velocidad y los controles de tránsito municipales”, observó. Sin embargo, estos pacientes deben soportar y recuperarse de severos politraumatismos –ya no tanto en cráneo por el uso del casco– y deben recibir asistencia mecánica obligatoria.

Para Becerra este cuadro tiene dos consecuencias directas que es necesario destacar. “Por una parte, tenemos a jóvenes de entre 20 y 35 años que quedan con graves lesiones y sufren por esto un impacto social y económico importante”, indicó. Según señaló, los pacientes recuperados en el Heca padecen “huellas”, es decir, las consecuencias físicas de los golpes, las quebraduras, las quemaduras que padecieron además de los rastros que deja el trauma a nivel psicológico. Muchos de estos pacientes están “parados” por largos meses, incluso años, tiempo que les requiere recuperarse y retomar las actividades cotidianas, como por ejemplo, el trabajo.

Y por otro lado, el Estado municipal debe hacerse cargo de ese tratamiento médico con los costos elevados que supone. “Un paciente con politraumatismo le cuesta al Estado entre 15 y 18 mil pesos diarios y debe permanecer internado un promedio de una semana, sin contar la atención inicial y la rehabilitación”, observó. Es decir, unos cien mil pesos que deben ser destinados a cada uno de los afectados en siniestros viales de gravedad.

Luego, remarcó: “En el Heca hay 20 camas en terapia, unas 8 son ocupadas por pacientes con trauma y la mayoría son por siniestros viales. En tanto–advirtió–los porcentajes de heridos por armas de fuego son menores a los heridos en siniestros viales”.

Becerra valorizó el descenso de los accidente viales en la ciudad. “El control municipal es un factor a la hora de bajar la velocidad. Esta disminución permite que se registren menos choques y que los que se producen no sean de consecuencias tan importantes”, expresó. “La seguridad vial tiene que ver con el control, la información y la concientización”, señaló en este sentido.

Por otra parte, hizo hincapié en el uso de la moto. “El 60 por ciento de los siniestros viales comprometen al menos una motocicleta”, apuntó y puso como ejemplo, los ingresos en la guardia del Heca durante los dos primeros meses de este año: “El 69 por ciento de los lesionados por siniestros viales son motociclistas, el 12 automovilistas, el 9 ciclistas, el 6 peatones. Hay un 4 por ciento restante que abarca situaciones menos específicas”, precisó.

Finalmente, consideró sobre el paisaje que ofrece la ciudad en materia de siniestralidad vial: “El desafío es seguir trabajando en el control, la educación y la concientización para reforzar la seguridad vial. La Organización Mundial de la Salud ya se refiere al tema como una pandemia. Debemos atacar la velocidad, el consumo de alcohol y drogas al volante, así como también el uso del celular y además, los planes de venta integrales de motos”.