Bares, restaurantes, parrillas y pubs de Rosario sufren los golpes de la crisis económica en el país. Algunos tuvieron que bajar las persianas, despedir empleados y los más favorecidos, experimentar el descenso del número de comensales. La inflación, en tanto, alcanza a los precios de los insumos, los impuestos y los salarios de los trabajadores mientras se multiplican los carteles con menúes oferta, 2 x 1, y "horas felices". En medio de este escenario complicado, ¿los rosarinos siguen dejando propina? Mozos, dueños de locales y sindicalistas gastronómicos coincidieron que, en general, la costumbre se mantiene firme.

Van menos. Almuerzan sin vino. Cenan sin postre. Comparten platos. Los rosarinos encontraron alternativas para “comer afuera” en un marco económico que deja menos dinero para darse esos gustos. Sin embargo, de acuerdo a lo que pudo relevar Rosario3.com, conservan el hábito de entregar algunos pesos extra a quienes los atienden. Por supuesto, hay escenarios diversos que tienen que ver con los locales gastronómicos en cuestión y también con la atención recibida.

La propina fue tema de debate cuando la diputada nacional Elisa Carrió salió a pedirle a los argentinos que dejaran propina como una fórmula contra el devenir económico. Por entonces, un mozo salió a reclamarle su falta de generosidad a la hora de pagar la cuenta. Más allá de las repercusiones de la idea de la legisladora, quedó en evidencia que la costumbre tiene un gran arraigo en la sociedad al tiempo que conforma un reflejo de contemplación, generosidad y respeto por el trabajo del otro que puede desarrollar una persona.

Sergio Ricupero, secretario gremial del la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina de Rosario consideró: “Se sigue dejando propina, a veces se cumple esto del 10 por ciento pero en la mayoría de los casos la gente redondea la cuenta, si es $190, dejás 200 pesos” y remarcó: “La propina subsiste aún con este estado de crisis, a pesar de que bajó el consumo y sufrimos el cierre de negocios”.

Desde la Asociación Hotelera Gastronómica de Rosario, Carlos Meliano, dibujó el escenario local: “La gente, por lo general, sigue dejando propina. A lo mejor no deja ese 10 por ciento establecido en el imaginario” y explicó: “La cantidad muchas veces tiene que ver con el nivel de consumo de la mesa y la diversificación de productos que piden, no es lo mismo un café que 3 o 4 parejas que se piden distintos productos”. Y agregó: “También tiene que ver con la conformidad que hay con el mozo”. Según consideró “no hay un planteo unificado sino diverso y también tiene que ver con el lugar al que van porque hay lugares donde hay más posibilidades de recibir propina porque la persona que va tiene mayor poder adquisitivo. En una pizzería, la propina va a ser menor”.

“Acá en determinadas parrillas con clientes cautivos, esos que son fieles al lugar, los mozos reciben buenas propinas, conocen al cliente, saben qué le gusta, le consigue tal o cual mesa”, sostuvo. Ariel dio cuenta de esto último. Mozo desde hace más de 25 años en un comercio de avenida Pellegrini, manifestó: “La gente deja propina a pesar de la crisis, algunos dejan mucho; también hay quienes dejan muy poco, y otros nada. Pero si va mucha gente, la cantidad de propina es buena”, analizó y aclaró enseguida: “No dejan el 10 por ciento sino el 5 por ciento. Si gastan 1.300 pesos, te dan unos 50, más o menos”. Aunque a veces se suele decir que la propina supera el salario, Ariel lo desmintió. “No es mayor al salario pero es muy importante para el trabajador”, dijo.

Por su parte, los mozos que trabajan en un famoso bar de calle Pellegrini, coincidieron en que en el 80 por ciento de los casos, los clientes dejan propina pero advirtieron que suele representar el 5 por ciento del total a pagar. “La propina está muy instaurada, atraviesa la crisis”, fueron algunos de los comentarios que brindaron. En cambio, una joven moza de un bar de Pichincha, también entrevistada en relación a la propina, expresó otra mirada: “Dejar te dejan pero menos que antes, aparte muchos piden platos compartidos y así también dividen la propina. Yo antes me llevaba más dinero por jornada de laburo”.

Los patrones

Ariel, el dueño de un comedor famoso de Pichincha está convencido que la propina se mantiene fuerte a pesar de que las ganancias han bajado. “Los chicos (por los mozos) sacan bastante, en las cervecerías que hay mozas, mucho más. Imaginate que en mesas largas, ponen unos 20 pesos cada uno, juntan unos 300 pesos y al final de la noche lo sienten”.

Por su parte, Alejandro, otro propietario gastronómico de Pellegrini interrogado en este sentido, observó: “Es una costumbre instaurada que está encadenada a las posibilidades económicas del cliente y al nivel de atención. Creo que está más cerca del 5% que del 10% pero claro que en lugares de mayor categoría se suele dejar cifras mayores”, completó.

Tarjeta de débito

La Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) informó que los comercios quedarán exentos de las retenciones de IVA y Ganancias por las propinas que los consumidores paguen con tarjetas de crédito o débito. Hasta ahora, a los comerciantes se les aplicaba las retenciones de IVA y Ganancias sobre el monto total de lo pagado con las tarjetas de crédito y débito, y el valor de la propina no se discriminaba.

Con la aplicación de esta medida, queda exenta de las retenciones de IVA y Ganancias por el cobro con un tope del 15 por ciento del valor de la operación.

De acuerdo a lo que publicó Ecos365,  los empresarios consultados dicen que la resolución nada dice sobre lo que pasa con el impuesto a los ingresos brutos. Desde Fehgra destacaron que "la propina está prohibida en nuestro convenio colectivo de trabajo y si el cliente la otorga es una liberalidad de su parte".

"El comercio no está obligado a aceptar que se la incluya en el cupón de tarjeta con que el establecimiento cobra su venta. En caso de aceptación voluntaria por parte del comercio de la inclusión de la propina en el cupón mencionado, la nueva resolución general de Afip aclara que no se considera ese importe a los fines de determinar la base de tributación fiscal.

Por lo tanto, para los empresarios hoteleros gastronómicos la resolución de la Afip "no modifica la situación vigente hasta ahora con respecto a la propina: no impone su obligatoriedad, ni su monto, ni obliga al comercio a incluirla en los cupones de tarjetas de crédito".